𝓒𝓘𝓡𝓒𝓛𝓔𝓢 ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿ

☂️ 26 ☂️

—Está enfadado conmigo... muy enfadado.— Explicó Jungkook mientras tomaba un café con Hoseok en su tiempo de descanso en el trabajo.

—¿Qué has hecho ahora?

—Pues... le prometí que me ocuparía de atender a Jihye y Chaewon cuando se despertaran de madrugada, porque es Jimin el que siempre les da el biberón.

—Ajá.

—Hasta me dormí en una silla en medio de las dos cunas.

—Oh, ¿así que de ahí viene tu dolor de espalda?

—Sí. El caso es que me quedé dormido y no las escuché cuando se despertaron llorando.

—Así que fue Jimin el que volvió a darles el biberón, ¿cierto?

—Sí... hoy se ha despertado de mal humor.

—¿Siempre te quedas dormido?

—Casi siempre...

Hoseok frunció levemente el ceño.

—Entonces, ¿Cómo puedes venir a trabajar?

—¿Hum? ¿De qué hablas? ¿Qué tiene eso que ver?

—¿Te despiertas con el sonido del despertador y no con dos bebés llorando a pleno pulmón?

—Bueno... normalmente es Jimin el que me despierta para venir a trabajar...

Mientras tanto, Jimin también estaba trabajando. Tuvo que parar a descansar y a tomar un café casi al instante de entrar a su consulta.

El cansancio extremo que sentía tenía una explicación. Hace un par de meses, tras hacerse unos análisis de sangre, descubrió que tenía altos niveles de anemia.

Para evitar preocupar a Jungkook, no le dio demasiada importancia y decidió no contárselo. Tomando unos suplementos de hierro a escondidas.

Suplementos que, hasta el momento, le habían funcionado.

—¿No has dormido bien?

Jimin se vio sorprendido cuando Namjoon le dio una palmadita sobre el hombro y se sentó a su lado.

—Hyung...— Sonrió levemente mientras se frotaba los ojos. —Buenos días.

El más mayor sonrió.

—¿Jihye y Chaewon han vuelto a tenerte en vela toda la noche?

—Se han despertado tres veces... He dormido un poco mal...

—No lo dudo. Casi te quedas dormido sobre la taza de café cuando te he visto. ¿Por qué no te vas a la sala de descanso un rato? Intenta dormir un poco.

—Hum, no puedo...— Jimin terminó lo que le quedaba del café de un trago. —Tengo unos pacientes ahora.

Un par de horas después, Seungcheol acudió a los vestuarios tras recibir un mensaje del menor. Cuando entró en la sala, Jimin estaba sentado sobre una silla con la ropa de calle puesta.

—Jimin, ¿Qué te ocurre?— El más mayor se arrodilló frente al contrario y acarició sus rodillas.

—Me encuentro mal, hyung... Voy a irme a casa...— Respondió el menor con un hilo de voz. No tenía fuerzas ni para hablar más alto.

—No puedes conducir en este estado.

—No tengo coche, hyung...   Está en el taller... Esta mañana me ha traído Jungkook.

—Yo salgo dentro de una hora. Si esperas un poco, puedo llevarte yo a casa.— Sugirió.

—No importa, Namie. Creo que llamaré a un taxi...— En cuanto Jimin se puso de pie, cayó al suelo desplomado.

—¡Jimin!

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