Una semana después, Jimin cogió la baja laboral por el embarazo.
Cuando despertó esa mañana, Jungkook ya se había ido a trabajar. Pero el menor le dejó una pequeña nota en su lado de la cama.
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Después de terminar el desayuno, Jimin se vistió con un peto, que era lo que más libertad y comodidad le daba a su barriga, y una camiseta morada para ir a comprar su antojo de esta semana: manzanas.
Una vez llegó al supermercado, acabó comprando un par de caprichos más, como chocolate negro para fundir y galletas de chocolate blanco.
Sus pequeñas eran unas golosas, ¿Qué culpa tenía él?
Cuando Jimin salió del supermercado, un hombre chocó con él, haciendo que cayera su bolsa de la compra.
—¡Oh, vaya! ¡Lo siento mucho!— El hombre se apresuró a recoger lo que se había caído.
Jimin se quedó quieto. Esa voz le resultaba familiar.
Cuando el hombre se incorporó, ambos se sorprendieron.
—¡Jimin! ¡Eres tú!
—Cuánto tiempo sin verle, señor Jeon.— Jimin se inclinó levemente hacia delante y sonrió.
—¡De verdad que sí! ¡Dame un abrazo, chico!
Después del abrazo, el señor Jeon, el tío de Jungkook, se fijó en la barriga del contrario.
—¡Oh, vaya!— Sonrió de oreja a oreja. —¡Estás embarazado! ¡Enhorabuena!
—Muchas gracias.
—¿Es niño o niña?
—Niñas.
—¿Hum? ¿Son dos?
—Síp.— Jimin asintió con la cabeza con una sonrisita en los labios.
—¡Eso es magnífico! ¡Me alegro muchísimo! Oh, pero debes estar cansado. Mejor sentémonos a charlar un rato.
—Oh, no quiero distraerle, señor Jeon. ¿No tenía que ir a comprar?
—¡Nah, tonterías! La compra puede esperar. Prefiero hablar contigo. Y deja de llamarme por usted, ya te dije mil veces que me tutearas.
Al final, Jimin le ofreció tomar un café en su casa.
Cuando llegaron, el hombre insistió en colocar la compra mientras que Jimin preparaba el café.
—¿Y mi sobrino?
—Está trabajando. Volverá sobre la hora de comer. Si no te corre prisa, puedes esperarle y comer con nosotros.
—Oh, estaría encantado, Jimin.— Sonrió.
—Y, ¿Cuándo has vuelto a Corea?
—Justo ayer. Iba a llamar a Jungkook esta semana para preguntarle cuándo podría pasar a veros. No me había dicho nada sobre el embarazo.
—Me dijo que quería que fuese una sorpresa.— Explicó Jimin. —Que quería decírtelo en persona.
—Oh, ya veo.
El señor Jeon era como un padre para Jungkook. Los padres del menor murieron cuando él era pequeño y su tío se encargó de cuidarle y criarle. Ahora, debido al trabajo de su tío, no podían estar tanto tiempo juntos como antes.
