Capitulo 12

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-Imagino que aún estás un poco aturdida- Marissa se recostó en el parapeto de madera del porche de Faye, disfrutando de una cerveza y de la brisa fresca de la noche.
-Nunca estuve un poco aturdida- replicó Faye –Escucha, Marissa , quizás sea una mujer algo limitada, pero descubrir que mi vecina es una hechicera me ha dejado arrasada.
-Sobre todo porque estás enamorada de tu vecina
-Sí, sobre todo por eso. Jamás hubiera creído una cosa de estas. ¿Y quién lo haría? Pero vi lo que hizo con Sam. Después, comencé a juntar algunos detalles...- Faye rio, sin humor –A veces aún despierto en medio de la noche y creo que todo ha sido un sueño- se acercó al parapeto y se apoyó, escuchando el sonido del mar –No debería ser real. Ella no pude ser real.
-¿Por qué no? Venga, Faye, es nuestra función ampliar un poco este concepto de realidad.
-Pues creo que ya ha sido demasiado ampliado- Faye replicó –Además, lo que hacemos es para los libros y películas. Es diversión, Marissa, no la vida real.
-Es mi vida ahora
Faye suspiró
-Sí, imagino que sí. Pero tú no...¿Nunca cuestionaste, nunca te has preocupado por eso?
-Pues claro que sí. Pensé que ella se estaba riendo de mí, hasta el momento en que Ize me alzó hasta el techo y me dejó allí colgada –el recuerdo la hizo sonreír, mientras Faye cerraba los ojos –Ize no es de sutilezas. Y una vez que me di cuenta de que todo estaba bien, fue una locura, ¿entiendes?
-Locura- Faye repitió
-Sí. A ver, me he pasado la mayor parte de mi vida inventando historias sobre este tipo de cosas, y allí estaba yo, casada con una hechicera. Con la sangre de los elfos y todo.
-Sangre de los elfos –el término hizo que la cabeza de Faye diera vueltas -¿No te incomoda?

-¿Por qué debería incomodarme? Eso es lo que la convierte en lo que es, y yo la amo. Tengo que admitir que aún tengo dudas con respecto a los pequeños. En cuanto comiencen a crecer, a desarrollarse, estaré en desventaja...

-Los gemelos- Faye tuvo que obligarse a cerrar la boca –Me estás diciendo que aquellos bebés son...serán...
-Con toda certeza, mezclamos nuestros genes. Pero, Faye, no tendrán verrugas en la cara, no empezarán a cacarear. Solo tienen algo más. Freen también está embarazada. Es la muchacha más sensata y decidida que conozco. Y está viviendo con Becky como si hubiera pasado la vida entera al lado de un vidente.
-Entonces, lo que dices es: "Relájate, Faye, ¿cuál es tu problema?"
Marissa se sentó en el banco de hierro.
-Sé que no es fácil
-Déjame preguntarte una cosa...¿En qué momento de tu relación con Ize ella te contó sobre...como diré...sobre su herencia?
-Muy pronto. Yo estaba haciendo unas investigaciones para un guión y escuché hablar de ella. Ya sabes que las personas siempre me hablan de cosas extrañas
-Sí, lo sé
-No es que yo creyese, pero pensé que podría conseguir una buena entrevista. Y...
-¿Y en cuanto a Freen y Becky?
-No sé decirte con certeza, pero Freen la conoció cuando una cliente de ella quiso contratar un vidente- Marissa frunció el ceño –Sé a dónde quieres llegar, y tienes toda la razón. Quizás Yoo hubiera debido contártelo desde el comienzo.
Faye emitió una risa ahogada.
-¿Quizás?
-Cierto, ella debió aclararlo todo. Pero no conoces toda la historia. Ize me contó que Yoko se enamoró de un tipo, unos años atrás. Ella solo tenía veinte años, creo, y estaba loca por él. El tipo era médico y Yoko tuvo la idea de que podrían trabajar juntos, que ella podría ayudarlo. Le contó todo, y él terminó la relación. De la peor manera posible. Por lo que parece, su reacción fue un tanto violenta y, con aquel don de la empatía que ella posee, se vuelve realmente vulnerable a...bueno, a las malas vibraciones, digamos. Yoko estuvo muy mal. Y, a partir de ahí, decidió que se quedaría para siempre sola- al ver que Faye permanecía en silencio, prosiguió –Escucha, no puedo decirte lo que tienes que hacer, o cómo sentirte. Solo quiero que sepas que Yoko jamás haría nada para herirte a ti, o a Sam a propósito. Ella sencillamente es incapaz de eso.
Faye miró en dirección a la casa de al lado. Las ventanas estaban cerradas y oscuras, como habían estado durante semanas.
-¿Dónde está ella?
-Yoko quería apartarse de aquí por un tiempo. Dar un descanso a todos, por así decir
-No la vi más, desde la noche en que me contó. Los primeros días pensé que sería bueno estar lejos de ella- Faye sintió un pinchazo de culpa –No dejé que Sam tampoco fuera a verla. Entonces, una semana después de lo ocurrido, partió.

BELIEVE (FAYEYOKO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora