Yoko se quedó helada. Las manos que extendía para abrazar a la rubia se inmovilizaron en el aire. La respiración parecía presa en sus pulmones. Y, aunque su corazón saltó de alegría, su mente la avisó de que esperara.
Lentamente, se soltó de Faye.
-Malí , creo que...
-No me digas que estoy apresurando las cosas- Faye se sentía sorprendentemente calmada, ahora que había dado el primer paso. El paso que, ahora se daba cuenta, ya había sido dado en su corazón desde el comienzo –No me importa si estoy siendo precipitada. Te necesito en mi vida, Yoko.
-Ya estoy en tu vida- Yoko sonrió, intentando no preocuparse –Ya lo sabes
-Ya fue difícil cuando empecé a desearte, y más difícil, aún cuando comencé a quererte. Pero sería imposible ahora que te amo. No quiero ser solo tu vecina, o...novia, quiero más- agarró a la morena por los hombros, mirándola intensamente –Quiero dormir y despertar todos los días teniéndote a mi lado. Y tú has dicho que me amas
-Te amo- Yoko cedió al impulso desesperado de abrazarla –Sabes que te amo, más de lo que imaginé que sería posible. Más de lo que querría. Sin embargo, la boda es...
-Lo correcto- Faye acarició sus cabellos mojados –Es lo más correcto para nosotras. Yoko, una vez dije que no me tomo la intimidad a broma, y no solo me refería al sexo- se apartó un poco, queriéndole verle el rostro, queriendo que ella viese el suyo –Hablo sobre lo que pasa conmigo siempre que te miro. Antes de conocerte, estaba satisfecha con la vida que tenía. Pero eso ya no me basta. No voy a quedarme escondida detrás de la cerca de rosas para poder estar contigo. Quiero que estés conmigo, con nosotros.
-Faye , si pudiera ser así de simple...- Yoko se giró de espaldas, luchando para encontrar la respuesta correcta.
-Puede ser simple- Faye ignoró la súbita onda de pánico –Cuando entré en el cuarto, esta mañana, y te vi abrazada a Sam ...Ni sé describir lo que sentí en aquel momento. Percibí que era todo lo que quería. Que estuvieses allí, solo eso. Saber que podría compartir a Sam contigo, porque lo amas. Y podríamos tener otros hijos...tener un futuro.
Yoko cerró los ojos, porque la imagen era tan dulce, tan perfecta. Y estaba negando a ambas una oportunidad de transformar ese sueño en realidad solo porque tenía miedo.
-Si dijera que "sí " ahora, antes de que tú me comprendas, antes de que sepas todo sobre mí, no estaría siendo justa.
-Te conozco-Faye abrazó a la morena y hundió su rostro en el cuello de Yoko–Sé que eres compasiva y apasionada, sé que eres leal, generosa y tienes una mente abierta. Sé que amas mucho a tu familia, que te gusta la música romántica y el vino de manzanas. Conozco el sonido de tu risa, tu olor, cada tipo de mirada. Y sé que podría hacerte feliz si lo permites.
-Me haces feliz. Y es porque también yo quiero verte feliz que no sé lo que hacer- Yoko se apartó y empezó a andar, intentando aliviar la tensión-Yo no sabía que todo esto pasaría tan deprisa, antes de tener la certeza. Y juro, si hubiera sabido que estabas pensando en matrimonio...
Ser su esposa, pensó Yoko . Unirse a Faye para siempre. No podía pensar en nada más precioso que eso. Tenía que contarle todo, para que la rubia tuviera opción de aceptar o rechazar.
-Tú has sido más honesta conmigo que yo contigo
-¿Sobre qué?
-Sobre quién eres- Yoko cerró los ojos y suspiró –Soy una cobarde. Tan fácilmente devastada por malos presentimientos, sintiendo un miedo patético, un miedo...físico y emocional. Tan vulnerable a cosas que otras personas miran con indiferencia...
-No sé de lo que estás hablando, Yoko .
-No, no lo sabes- la morena presionó los labios –¿Entiendes que existen personas que son más sensibles que las otras? ¿Personas que necesitan desenvolver una defensa que les impida absorber demasiado los torbellinos de emociones que giran alrededor de ellas? ¿Que son obligadas a hacer eso, Faye , pues de lo contrario no conseguirían sobrevivir?
Faye apartó la impaciencia e intentó sonreír
-Ok, te estás poniendo demasiado mística para mi gusto
Yoko rió sin humor, presionando la mano en sus ojos.
-No sabes ni la mitad. Tengo que explicarte, pero no sé ni cómo. Si pudiera...- comenzó a girarse, determinada a contarle todo, y tiró el cuaderno de dibujos que estaba encima de la mesa de Faye . En un gesto automático, se agachó para cogerlo.
Quizás había sido el destino que quiso que el cuaderno cayera de frente, mostrando un dibujo recién terminado. Un dibujo excelente, pensó Yoko , mientras lo analizaba. Las líneas firmes y sombrías de una bruja con un gorro puntiagudo la miraban.
El mal, pensó. Faye había capturado el mal a la perfección.
-No te preocupes con eso- Faye se adelantó para coger el cuaderno, pero Yoko balanceó la cabeza
-¿Esto es para tu nuevo libro?
-Sí, El castillo de plata. No cambiemos de tema.
-No estamos cambiando así como crees- Yoko murmuró –Dame solo un momento. Dijo con una sonrisa cautelosa –Háblame de este dibujo
-Pero, Yoko ...
-Por favor
Frustrada, la rubia se pasó la mano por los cabellos.
-Es solo lo que parece. Una bruja malvada que le lanza una maldición a la princesa del castillo. Imaginé un hechizo que impide que nadie entre o salga del castillo.
-Así que escogiste, una bruja.
-Sé que es lo obvio. Pero la historia parecía exigir eso. En resumen, la bruja vengativa, celosa, furiosa por la belleza y bondad de la princesa lanza un hechizo para que la princesa quede encerrada en el castillo, privada de amor, de vida y de felicidad. Entonces, cuando el verdadero amor vence, rompiendo la maldición, la bruja es eliminada. Y ellas viven felices para siempre.
-Imagino que, para ti, las hechiceras son siempre malvadas y calculadoras- "calculadoras", recordó Yoko . Había sido una de las palabras que Folk había usado para describirla. Además de otras, mucho, mucho peores.
-Bueno, es lo que se espera de ellas. El poder corrompe, ¿cierto?
Yoko dejó el cuaderno en la mesa.
-Es lo que algunas personas piensan- era solo un dibujo, Yoko se dijo a sí misma. Solo parte de un cuento que la rubia había inventado. Aun así, sirvió para recordarle cuán inmensa era la distancia que las separaba –Faye , quiero pedirte una cosa, esta noche.
-Creo que esta noche podrías pedirme cualquier cosa
-Necesito tiempo- dijo –Y fe. Te amo, Fa, y no existe nadie más con quien quisiera pasar el resto de mi vida. Pero necesito tiempo, y tú también. Una semana- dijo antes de que Faye pudiera protestar –Solo una semana. Hasta la luna llena. Entonces, te contaré todo sobre mí. Después de eso, espero que me pidas de nuevo ser tu esposa. Y, si lo haces, mi respuesta será sí
-Di sí ahora- Faye la abrazó, capturándole los labios, esperando convencerla con la fuerza de su propia voluntad -¿Qué diferencia marcará una semana?
-Toda- murmuró, pegándose a la rubia –O ninguna.
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BELIEVE (FAYEYOKO)
FanfictionAU. FAYEYOKO ADAPTACIÓN DE UNO DE MIS LIBROS FAVORITOS. Escritora Nora Roberts El primer contacto que Yoko tiene con Faye es a través del hijo de esta. Un pequeño encantador que pronto se hace amigo de Yoko. Por causa de un romance que no salió...