Capítulo 1: El inicio de todo.

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—¿E-es en serio, Tōya? —pregunta con molestia y la voz temblándole.

Se cruza de brazos mirando con el ceño fruncido a su novio y a la tipa con la que estaba acostándose, ella también parece confundida y molesta.

—¿Tienes un omega? —pregunta la chica.

Ambos omegas se quedan mirando al de ojos turquesas que sonríe nervioso.

—Izuku, mi amor, ¿no se supone que regresabas mañana?

Suficiente.

El pecoso se agacha tranquilamente a recoger una pantufla que estaba en el suelo y la mira con evaluación antes de darle su aprobación para lanzarse contra el alfa, empezando a golpearlo con ella.

—¡Maldito imbécil! ¡¿Qué mierda interesa si mi regreso se adelantó o si estaba en la punta de un monte?! ¡¿Es esto lo que haces en mi ausencia?! ¡¿Cuánto tiempo has estado haciendo esto?! —gruñe.

Siente su corazón romperse con cada golpe que da, mientras el alfa apenas se protege con sus antebrazos y la tipa empieza a vestirse con suma molestia.

—De verdad pensé que teníamos algo especial. No me vuelvas a hablar, Tōya —sisea ella retirándose de la habitación con sus cosas, dando un portazo en la puerta principal.

Izuku en algún momento deja de golpearlo solo para recomponer su respiración, pero le es imposible. Tōya, su novio, el alfa que creyó que era el indicado, lo había dejado hecho trizas.

Sí, su relación no era perfecta y podía rozar lo tóxico e inestable, donde terminaban y regresaban cada mes, pero lo amaba, y pensó que Tōya también lo amaba a él.

—¿Qué pasó? —le pregunta en susurro al hombre, Tōya baja la mirada con arrepentimiento.

—Izuku, créeme que te amo.

—¿E-entonces por qué...? Explícame, por favor.

—¿Me perdonarás si lo hago?

Se queda unos minutos en silencio. No tiene idea, siempre pensó que podría perdonar todo menos una infidelidad, sin embargo, ahí está, pensándolo.

—Izuku, ella solo es un pasatiempo, eres tú a quien quiero, con quien tengo planes para el futuro, de casarme, de tener cachorros... Solo quería experimentar un poco antes de profundizar en nuestra relación y llegar a algo más serio.

—Carajo, Tōya, tienes treinta y seis malditos años, ¿cómo quieres experimentar más? ¿Nuestros acuerdos no son suficientemente divertidos?

Sí, al momento de empezar a salir, quedaron en ser abiertos respecto a temas sexuales, hacían tríos con unos cuantos conocidos en común, pero todo era consensuado por ambos y sin intenciones de añadir sentimientos.

Sin embargo, un trío era muy distinto a una infidelidad o relación abierta, cosa a la que Izuku no estuvo de acuerdo.

—Lo sé, mi vida. Perdóname —toma las manos del omega para besar sus nudillos, estas aún tiemblan—. Juro que será la última vez.

—¿O sea que hubo más veces anteriormente?

Tōya se queda en silencio por unos largos segundos que son suficientes para enfurecer al omega, quien retira sus manos con furia, abofetea al pelinegro y seca sus lágrimas saliendo de la habitación.

—¡Tōya, carajo, responde!

—¡Pues qué mierda quieres que haga! ¡Te fuiste por dos meses! ¡Tengo necesidades! ¡Tal vez si fueras un mejor omega, más bonito, fértil o menos aburrido, no habría sentido la necesidad de buscar a alguien más para complacerme!

Guarda silencio [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora