Capítulo 12: Fiesta del bebé.

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—¿Listo?

Izuku parpadea mirando a Tōya como si fuera un espejismo y lo escanea de arriba a abajo esperando algo.

—¿Pasa algo, Izuku?

—¿De verdad vas a venir?

—Estoy acá, cariño, por supuesto. Vayamos antes de que se nos haga tarde. No hubo percances en el trabajo así que finalmente tengo tiempo.

—Claro, pero... Shōto iba a acompañarme.

—Te dije que vendría, ¿por qué lo llamaste? ¿No confías en mí, acaso?

Izuku se abstiene de responder y cierra la puerta de su apartamento mientras sigue al alfa, al mismo tiempo, le escribe a Shōto que no hace falta que venga porque su hermano estaba ahí.

Si iban ambos, lo más probable es que Tōya se termine por enterar de su "relación", ¿y lo peor? De seguro que su médico también.

Mientras sube al auto de su pareja, aún asimila el hecho de que esté ahí.

—¿Por qué luces tan confundido? ¿No deberías estar feliz? Estoy acá.

—S-sí, solo... La emoción es demasiada, estoy en shock —ríe nerviosamente.

Para ser honesto, el omega ha dejado de esperar a Tōya. Cuando él dijo que iría a la ecografía, no se lo creyó y asumió que faltaría, como siempre.

Las promesas incumplidas, las veces en que Tōya no apareció, los desplantes, ya le habían quitado la emoción y ese brillo en los ojos. Así que cuando finalmente apareció en su puerta, solo ofreció una sonrisa débil, pero sin ese entusiasmo que había tenido al principio del embarazo.

Al llegar a la clínica y sentarse en la sala de espera, un silencio se instaló entre ellos. Izuku acarició distraídamente su vientre. Tōya, por su parte, estaba demasiado concentrado en su teléfono, como siempre.

Cuando por fin los llaman para la ecografía, Izuku entra primero, el alfa lo sigue un poco rezagado. No hay emoción, solo el cumplimiento de una obligación que el mayor parece más que dispuesto a realizar mecánicamente.

El médico los recibe con una sonrisa y los dirige hacia la camilla. Izuku se recuesta levantando la camiseta para dejar al descubierto su vientre mientras el beta prepara el gel y el monitor de ultrasonido.

—¿Y el señor Todoroki? ¿Por qué no ha venido hoy? —dice el hombre intentando hacer plática como usualmente hace.

—¿Se refiere a mi hermano? No vendrá, hoy estoy yo —bosteza Tōya mirando con curiosidad los alrededores de la sala.

—Ah, es su cuñado.

A Izuku se le erizan los vellos.

—Sí, el trabajo a veces se acumula y no da tiempo para ciertas cosas. Pero ya estoy acá, así que no hay de qué preocuparse.

—Lo comprendo. Tienes suerte, Izuku, tanto tu alfa como tu cuñado te cuidan muy bien, son una familia unida, ¿no?

—S-sí... —murmura nervioso rogando porque la conversación quede ahí.

Agradece que haya habido una confusión por los apellidos, pero no quiere que en algún punto las preguntas sean más específicas.

El obstetra mueve el transductor por el vientre de Izuku, mostrándoles en la pantalla la imagen clara de los bebés.

—Aquí están, creciendo perfectamente —dice con una sonrisa—. Todo está en orden, y parece que están bastante activos hoy.ñ, es tu semana veinte, ¿verdad?

Guarda silencio [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora