Shōto se estaciona frente a la casa de su hermano y apaga el auto, mira de reojo al omega.
-¿Se lo dirás ahora?
-Ya le estoy ocultando muchas cosas, sería el colmo hacer lo mismo con esto -rasca su mejilla-. ¿Vas a entrar a saludar?
Shōto niega. No tiene ganas de presenciar cómo la noticia es entregada y, a pesar de los nervios, seguramente sería recibida con mimos entre su hermano y el omega que lleva a sus hijos en su interior.
Como alfa, tiene algo de orgullo.
-Estoy bien así, debo hacer algunas cosas.
-Pensaba en que... tal vez podrías acompañarme a decirle, quizás así la situación sería menos incómoda.
-Créeme que será aún más incómodo, al menos para mí -suelta una risa nasal, Izuku asiente estando de acuerdo-. Tranquilo, él te quiere, no pasará nada. Y si por alguna razón las cosas no salen como esperas, tienes mi número. Siéntete libre de llamar -sonríe con gentileza tomando una tarjeta de presentación de la guantera.
-Gracias, lo tomaré en cuenta -sonríe recibiéndola, poniéndola en el bolsillo de su casaca.
-Nos vemos, Izuku.
-Hasta la próxima.
Izuku sale del auto con una sonrisa nerviosa y suelta un suspiro antes de empezar a caminar hacia la puerta de Tōya.
Llega a casa con el folder lleno de boletas y papeles de la clínica, la noticia de los trillizos resuena en su cabeza.
Tōya está en la cocina, sirviéndose una taza de café. Se gira hacia Izuku, sonriéndole.
-¿Cómo les fue? -pregunta casual, dejando la taza sobre la mesa, como si no hubieran estado enojados el uno con el otro esa misma mañana.
Izuku respira hondo, tratando de asimilarlo todo antes de hablar.
-Hay una noticia... -su voz tiembla ligeramente, haciendo que el alfa se ponga en alerta.
-¿Qué sucede? ¿El bebé está bien? ¿Te dijeron algo malo? -cruza la cocina, acercándose rápidamente a Izuku.
Izuku siente cómo la garganta se le seca, pero no puede retrasar esto. Aunque también teme lo que esa información podría causar.
-Sí, todo está bien... Mejor de lo que pensaba. Solo que el bebé... se multiplicó. -susurra desviando la mirada-. Son tres... Tōya, estoy esperando trillizos.
La expresión del alfa se congela por un momento, como si no pudiera procesar lo que acaba de escuchar. Da un paso hacia atrás, intentando comprender.
-¿T-trillizos? -repite expandiendo sus ojos.
-Sí... -Izuku asiente, nervioso-. Y están bien, todo parece estar en orden... pero sé que es mucho. Sé que es diferente...
El silencio entre ellos se vuelve insoportable. Tōya se pasa una mano por el cabello, su pulso se acelera, está alterado.
-No es lo mismo... no es lo mismo un hijo ajeno, a tres -suelta. Su tono salió más hostil de lo que planeaba, pero a la mierda -Izuku... yo... no sé si puedo hacer esto.
Izuku siente un frío repentino en su pecho. Muerde sus labios comprendiendo a la perfección si su pareja decide echarse atrás.
Ante el silencio de Izuku, Tōya apreta los puños, su frustración es evidente.
-Tres hijos que no son míos... No puedo manejar eso. No quiero criarlos sabiendo que me recordarán todos los días que no soy su verdadero padre. No. Mi lobo y yo nos negamos a aceptarlos.
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Guarda silencio [Tododeku]
FanfictionLa vida le cambia después de una infidelidad, un par de tragos, una noche loca y un guapo desconocido a su lado al amanecer... que resultó ser su cuñado. Podrían simplemente hacer como que aquello jamás sucedió, pero hay síntomas que van a interferi...