Guarda silencio [Tododeku]

Capítulo 5: Él no puede saber.

El almuerzo había comenzado de forma agradable y relajada. Todos en la mesa estaban ansiosos por conocer mejor a Izuku.

Aunque amaron al omega desde el primer momento, no se creían las maravillas que Tōya había dicho, ¿Cómo Tōya habría logrado que alguien tan bueno se fijara en él? Era un misterio.

—Izuku, Tōya nos dijo que eres ingeniero informático, ¿Es verdad o fue un invento suyo? —pregunta Fuyumi con una sonrisa amable, curiosa por saber más.

—Así es —responde, algo tímido al estar en el centro de atención—. Trabajo principalmente en proyectos de seguridad digital, más específicamente para la empresa de Toshinori Yagi.

Natsuo, que estaba sentado al otro lado de la mesa, se inclina hacia adelante con una sonrisa divertida.

—Eso significa que trabajas mucho con alfas, ¿no? —pregunta, echándole una mirada burlona hacia Tōya—. Seguro tienes a mi hermano vigilando siempre.

Tōya le lanza una mirada entrecerrada, visiblemente irritado por el comentario. La verdad es que sí, su trabajo rodeado de alfas en su mayoría hicieron que Tōya iniciara una que otra discusión.

Aquello fue un golpe directo a su ego e Izuku lo sabía, así que decidió intervenir.

—Es cierto que muchos de mis compañeros son alfas —confirma—. Pero el ambiente en mi trabajo es muy profesional, nada de qué preocuparse.

Rei, que hasta ahora había permanecido callada, interviene con curiosidad.

—¿Y qué te gusta hacer en tu tiempo libre, Izuku? Además del trabajo, claro.

Izuku sonríe, agradeciendo el cambio de tema.

—Bueno, suelo leer bastante, sobre todo cómics. Pero también disfruto del cine y me gusta entrenar. Aunque no lo parezca, intento mantenerme en forma.

—¡Claro! No podrías trabajar con tantos alfas si no estuvieras bien entrenado! —interviene Natsuo, riéndose y provocando un leve carraspeo incómodo por parte de Tōya.

Shōto, por otro lado, no había participado en la conversación. Estaba sentado en silencio, concentrado en su comida, claramente incómodo por la situación. Izuku lo notaba, aunque intentaba no mirarlo demasiado.

Finalmente, al culminar la cena, y tras un intercambio de miradas entre Izuku y Tōya, ambos decidieron que era el momento adecuado para compartir la noticia más importante de la noche.

—Bueno, creo que ha llegado el momento de decirles por qué decidimos pasar nuestro primer año como pareja con ustedes y no en una habitación de hotel —comienza Tōya, tomando la mano de Izuku, quien se sonroja y lo patea bajo la mesa.

El ambiente en la mesa se aligera con risillas, y todas las miradas se posan en ellos, expectantes.

—Queríamos esperar hasta encontrar el momento adecuado —añade el de ojos turquesas—, pero creemos que ahora es el momento perfecto para contarles que... Izuku está embarazado. Vamos a ser padres.

El anuncio cae como una bomba en la mesa. Por un momento, el silencio reina en la sala mientras todos procesan lo que acababan de escuchar. Rei y Fuyumi abren los ojos, sorprendidas y emocionadas. Natsuo también parece genuinamente impactado, aunque una amplia sonrisa comienza a formarse en su rostro. Shōto mantiene su rostro neutral.

—¡No puedo creerlo! —exclama Fuyumi, la primera en romper el silencio—. ¡Vamos a tener un sobrino!

Rei, con una gran sonrisa, se levanta para abrazar a su hijo mayor y luego a Izuku.

—Esto es maravilloso, cariño —dice suavemente, con lágrimas de felicidad en los ojos—. Felicidades, a los dos.

Mientras tanto, Shōto sigue en silencio, sus ojos se desvían hacia Izuku, pero rápidamente vuelve a bajar la mirada y retorna a su postre.