Charchazo a la memoria.

El chico del skateboards

Salí de mi casa con los audífonos a todo volumen. Mis padres no estaban en casa así que me sentí con total libertad de salir.

Iba por toda la banqueta de la calle.

Iba perdida en la música. Cuando de repente, un chico se acercaba deprisa a donde estaba yo, iba en una patineta y por la rapidez que está llegó sólo logre cubrirme la cara.
En un abrir de ojos me encontraba en el suelo, la patineta con las llantas hacia arriba y el chico acostado del otro lado.
Me levanté en pausas y el chico rápidamente se puso de pie.
-Discúlpame, déjame ayudar a levantarte.- dijo, muy apenado.

Joder, tenía unos ojos marrones preciosos. Ceja poblada y un cabello alborotado. Llevaba una playera blanca con el logo de unas de mis bandas favoritas kodaline. Unos pantalones pegados y unos vans azules.

Era guapo.

-No te preocupes, yo puedo sola.- Dije tomándome de su mano, fue tan epico.

-Te lastimé el tobillo, déjame compensarte.- dijo con ojos penetrantes.

-No es nada, descuida.- dije mirándome el rasguño.

- Al menos dame tu número, para cualquier cosa de tu herida.- dijo con malicia en su mirada.

-Am si claro, ¿tienes donde anotar?- dije, tenía un plan en mente.

Sacó una libreta gris de su mochila, y me dio un bolígrafo.
Pude observar rápidamente un enredo de palabras, estaba muy desgastada.
Y anoté mi número

+52 76710299??
Liam.

Cerré la libreta y sé la entregué, no le iba a hacer el trabajo facil, así que no anoté los últimos dos dígitos, y si en realidad quería hablarme, le tendría que costar esfuerzo.

Seguí caminando y no voltee a ver hacia atras, en donde lo había dejado.

Me había gustado, pero quizá era igual que todos los hombres que había conocido, además, no iba a llamarme.