La mañana llegó tan pronto como los rayos de sol entraban por las ventanas de nuestra habitación.
Hoy tendríamos que dirigirnos hasta Miami, así que nos dimos una ducha y nos vestimos con la poca ropa que teníamos ahí.
Hayley llevaba una minifalda de mezclilla y una blusa color blanca. Chancletas y el cabello hecho una trenza francesa.
Yo iba de short y blusa gris, con unas chancletas igual y el cabello recogido.
Bajamos al jardín de Rich, nos sentamos en sus largos sillones y esperamos a que él llegara.Después de unos minutos Rich llegó.
Que guapo se veía. Bermuda café y playera sin mangas, dejaba ver los misteriosos tatuajes y un cabello alborotado.— ¿ya están listas mis princesas?— dijo Rich bebiendo un poco.
— claro — dijo Hayley con una coqueta sonrisa.
— escuchen, no pueden usar sus verdaderos nombres, es por seguridad. Aquí están unos pasaportes con otros nombres y tendrán que teñir su cabello. — dijo Rich siendo serio.
— ¿cuándo quieres que hagamos eso? No podemos salir a la ciudad — le dije
— Soy más inteligente que guapo, ahí están dos estilistas. Aldo, tráelas— le ordeñó a un hombre de seguridad.
Volteé a ver a Hayley que me miraba desconcertada.
—Muy bien, Hayley tú nombre es Violet y Liam eres Amanda. — dijo entregándonos los pasaportes.
Después sin decir nada más, las estilistas comenzaron a teñirnos los cabellos.
Gris y carmín.
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Charchazo a la memoria.
Novela JuvenilNo estoy rota, lo roto tiene arreglo. Yo estoy jodida, y eso no tiene remedio.