El rapto

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Terminando de comer, nos quedamos en la terraza hasta la noche, bebimos un poco y Hayley se puso a bailar con Abdiel. Todo iba bien.

Cuando decidimos retirarnos, la noche ya había caído. Pero estábamos muy lejos de nuestro departamento, era. Para ser exactos las 10:34 p.m., íbamos por la acera caminando.

— Gracias por acompañarnos hoy, estuvo increíble — le dijo Abdiel a Hayley tomándola de la mano.

— gracias a ustedes Abdiel— le contestó Hayley.

—bueno, espero vernos pronto — dijo Joan a ambas.

Yo sólo sonreí, era un buen tipo y Abdiel también, además Hayley estaba sonriendo, y eso era más que suficiente para mí.

Por un momento pensé que todo iría bien.

Íbamos a cruzar la calle, cuando una camioneta color vino se cruzó y se detuvo enfrente de nosotros, Joan sé piso delante de mí, y me tomó del brazo. Abdiel hizo lo mismo con Hayley y la abrazó. Un tipo bajó del auto y junto con él otros cinco hombres. Nos apuntó con la pistola.

— ¡ustedes cuatro! Suban a la camioneta, y más les vale no gritar sino quieren tener problemas — dijo el hombre haciendo señas con su arma.

Charchazo a la memoria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora