Catástrofe

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Luces.
Llantos.
Voces.
Ruido.

El hospital está lleno de emociones.
Unas buenas, y otras malas, pero su variedad es la que lo hace un hospital.

Hayley, tan linda, con esos ojos hinchados, tan rojos como la misma.
Tan tristes como mi alma. Está sentada a un lado de la camilla, mirando a Jeremy, mientras le toma la mano y sé la acaricia suavemente.
Solloza.
Él está dormido.
Aún no despierta.
Aún no sabemos de que padece, pero por lo visto, no es algo bueno.
Se ve pálido, suelto, medio muerto.

Pero, el no puedo morir. Él debe salvarse. Si el perece, ella aún más. Estoy consiente que lo ama, lo ama como a nadie. Él es su vida, y ella la de él. Esto no puede terminar así.

- se pondrá bien - dice Hayley entre sollozos secándose las lágrimas.

- Te quiero prima - dije mirándola

Las lágrimas brotaron de sus bellos ojos marrones.

- ¡él no puede morir!, yo lo necesito, conmigo, ¡vivo! - dijo gritando de una manera silenciosa. - Le pertenezco, y si el se va, mi alma y mis sueños se van con él.

Al parecer sí había algo que podía separarlos, y esto no consistía en una decisión propia. Había una estrecha línea entre la vida y la muerte, y él, bueno él, estaba casi del otro lado de la vida.

Charchazo a la memoria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora