17. A donde vamos

44 7 4
                                    

-¿ya casi llegamos?-. San apoyó sus manos en sus rodillas inclinado su cuerpo para tomar aire. Wooyoung frente a él se giró y lo miró con una ceja alzada.
Como prometieron, ambos habían decidido ir a Seúl en cada oportunidad que tenían; normalmente iban tres días, pero esa vez decidieron quedarse más tiempo pues celebraban sus ya tres años de relación, así que vieron la oportunidad perfecta para ir y obviamente saludar a los padres del menor.

Esos últimos tres años se le fueron volando a ambos; su relación siguió, hubo peleas y momentos de incertidumbre como toda pareja las tiene, pero ambos aceptaban cuando había sido error de alguno, y entre los dos lo resolvían y al poco tiempo ya estaban reconciliándose como era debido, a ambos les encantaba sus reconciliaciones si eran honestos, pero no entrarían en detalles sobre eso.
Así mismo San había conseguido después de un tiempo su propio departamento, así que ya tenían algo más de privacidad; Wooyoung ya vivía casi prácticamente ahí, solo que no lo querían hacer oficial o su madre pegaría el grito en el cielo, ya que aunque ya había aceptado la relación de su hijo, seguía siendo muy reservada y estricta sobre ellos.

San estaba conforme con lo que Wooyoung quisiera hacer en la ciudad, pero una cosa era lo que deseaba y era ir a la Torre Namsan desde hace tiempo; al llegar, compró uno de esos candados, seleccionado especialmente entré Wooyoung y él para ponerlo en esa enorme reja tan famosa; lo que no tuvo en cuenta fue la forma de llegar hasta arriba, que después de 20 minutos sintió que el aire se le iba.

-¿cómo puedes cansarte tan rápido si te pasas casi dos horas en el gimnasio todos los días? Y ni hablar que sales a caminar a la playa todos los sábados-. San lo ignoro y siguió descansando, impacientando a su novio.-vamos, Sannie. Se nos hace tarde-. Tomó su mano jalándolo, pues ya estaban cerca de su destino.

San suspiró, y se dejó guiar por el menor, y al cabo de unos minutos más pudo divisar las rejas llenas de candados de mil colores; de repente el cansancio se fue y avanzó más rápido.

-Es como en las series-. Dijo encantado de ver todo en vivo y en directo. Wooyoung a su lado lo veía con una sonrisa; San se veía muy feliz y emocionado como un niño en la feria.

-Deberíamos tomarnos fotos-. Propuso el menor de los dos aumentando la emoción de San quien asintió y sacó su teléfono. Comenzaron con algunas selfies, e incluso le pidieron a alguien que pasaba por ahí que les tomaran algunas de cuerpo completo. Después San tomó algunas (para no decir que muchas) de Wooyoung, y así él también tomó de San.-¡Okay! Aquí va Sannie, a poner nuestro candado en su primera vez en la Torre Namsan-. Wooyoung hablaba mientras grababa a San; este propuso colgar el candado de una vez, así que comenzó a documentar con precisión el momento, sonriendo emocionado al igual que su novio quien escribía sus nombres con una sonrisa.

-WooSan-. Enseñó el objeto a la cámara sacándole una risa al menor.

-¿y eso?-. Dijo entre risas aún grabándolo.

-Son nuestros nombres juntos-. Dijo orgulloso de su idea; después prosiguió a colgarlo, viendo con satisfacción el cómo se veía. Un lindo candado de corazón color morado con sus nombres escritos. Wooyoung apagó el teléfono y fue a entrelazar su brazo con el del mayor.

-¿estas contento ahora?-. San asintió alegre.

-Ahora nuestro amor será eterno-. Depósito un beso en su mejilla mientras el menor negaba divertido. Podría pasar el tiempo, pero San no dejaría de ser el más romántico en la relación.

-Mis padres solo me soportaron veintitrés años, ¿me piensas aguantar más que eso?-. Lo miró con los ojos entrecerrados sacándole una leve risa al mayor quien se colocó frente a él abrazándolo por la cintura, Wooyoung por inercia llevó sus brazos a su cuello para abrazarlo, ambos perdiéndose en los ojos del otro.

-Hasta que la muerte nos separe-.
Wooyoung negó soltando una risa al igual que San.-Habló en serio-.

-Guárdalo para la boda, cariño-. Dejó un beso fugaz en sus labios que no paraban de sonreír.

-¿me estás proponiendo matrimonio, Jung Wooyoung?-.

El mencionado se encogió de hombros con una mueca de desinterés fingido.-No lo sé, Choi San. ¿Tu lo harías?-. Le siguió el juego mientras acariciaba su cuello y el cabello de su nuca, sintiéndose encantado de ver la expresión tan atractiva que le daba el más alto.

-Sin dudarlo, lo haría-.

-Bueno, amor. Sin anillo no puedo creerlo-.

San soltó una risa con una sonrisa de lado y lo miró momentáneamente.-Ya que lo mencionas-. El rostro de Wooyoung pasó de una expresión juguetona a una extrañada; Todo este tiempo pensó que estaban bromeando entre ellos hasta que San metió una mano en el bolsillo de su abrigo sacando una cajita negra pequeña. Ahí fue que sintió el mundo detenerse solo por unos segundos, y alejo sus brazos del mayor para cubrir su boca con ambas manos.

-San, ¿que...-. No sabía que decir, permanecía en su lugar inmóvil viendo como el mayor solo sonreía frente a él y abría la pequeña cajita dejando al descubierto una argolla color oro con un pequeño diamante en el centro, tan pequeño que parecía un destello.

-Honestamente, no sabía como decírtelo. Gracias por sacar el tema-. Parecía algo nervioso, pero su sonrisa no desaparecía.
Antes de irse a Seúl, le había pedido a su abuelo que lo ayudara con el anillo, haciéndolo a la medida de Wooyoung, especialmente para él.-es una promesa, Woo. Quiero que prometamos estar así por mucho más tiempo, que a pesar de las discusiones que hemos tenido, las sigamos resolviendo como lo hemos hecho; seguir siendo el mejor amigo del otro, y sobre todo, amarnos y respetarnos como lo hemos hecho-. Wooyoung seguía estupefacto, sin moverse. Solo podía sentir su corazón ir con velocidad con cada cosa que decía San, y sin poder evitarlo, comenzar a sentir sus ojos llenarse de lágrimas, pues no sabía por donde canalizar toda esas emociones que se estaban manifestando.-Tres años me han sido suficientes para confirmar que quiero estar contigo no solo como tu novio; sino como tú compañero de vida, no alguien que te complemente, sino alguien que te vea crecer como persona-.
San también comenzaba a sentir las lágrimas querer salir con ese característico nudo en la garganta, estaba igual de emocionado y combinándolo con los nervios también lo estaban haciendo llorar.
-si crees que es muy apresurado, está bien. Puedo esperar a—-.

-No, Sannie. No más esperas-. No pudo decir más pues comenzó a llorar de la emoción, que lo único que pudo hacer es abrazarlo con fuerza rodeando su cuello y San su cintura. Ambos soltaban algunas lágrimas que escapaban sin permiso comenzando a sentir su nariz moquear por esto, y no les importaba que la gente que pasaba los mirara curiosos.-Claro que quiero. No quiero nada más que eso-.

San escondió su rostro en su cuello cerrando los ojos con fuerza, estaba tan nervioso que cuando escuchó a Wooyoung decir eso, sintió todo su cuerpo relajarse. Habían sido tres años en los que experimentó de todo con Wooyoung, tuvieron sus momentos buenos y malos, celebraciones y llantos, realmente Wooyoung se había convertido en su mejor amigo, y la persona de la que se enamoró perdidamente; el matrimonio no sería nada más que una nueva etapa junto a él, y eso era lo importante: que fuera con Wooyoung, el uno para el otro.

Wooyoung jamás se arrepentiría de haber ido a Namhae, donde conoció a un extraño, que después se convertirá en una luz en su vida.
Eran la prueba de que existe el amor a primera vista.






•••




Hasta aquí llegó esta historia (inserten a Karol Sevilla)
Confesiones: me inspire en la canción A donde Vamos de Morat. Joya
Yyyyy, también me base en la relación de mis abuelos (mi abuela también se volvió a casar hace 19 años) su esposo fue como un abuelo para mi y honestamente también he pensado en irme de mi ciudad natal para ir a donde ellos vivían, ojalá me pase lo de Wooyoung y encuentre el amor de mi vida (delulu se vale soñar).
Así que disfrute al 100 escribir esta historia <3

Gracias por llegar hasta aquí y pues nada, espero que nos leamos luego <3

Somebody in Namhae (WooSan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora