16. I love you, I'm sorry

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La mañana se acercaba, aunque durmió pocas horas, no sentía sueño, pues dormir con Wooyoung lo hacía descansar, le recargaba la energía completamente.

Estaba sentado en la cama viendo el sol salir, el menor de los dos dormía plácidamente abrazando una almohada que San había puesto para que no notara su ausencia; se veía tan pacífico, como si no hubiera pasado una odisea los últimos dos días.
Con delicadeza dirigió su mano para acariciar su rostro y después su cabello dejándola ahí mientras que su pulgar se encargaba de dejar pequeñas caricias, y se preguntaba ¿qué debían hacer?, aunque Wooyoung había dicho que no regresaría a Seúl, él pensaba que alteraría más las cosas entre su madre y él; no quería eso, amaba a Wooyoung, y no quería que su madre se alejara más.

En su enredo de pensamientos, el teléfono de Wooyoung vibró distrayéndolo, lo tomó y vio que era una llamada entrante de su padre. Pensó en si debía responder o dejarlo pasar.

-Wooyoung, ¿hijo dónde estás?-. La voz preocupada del hombre hizo que San mirara a Wooyoung con una mueca.

-Soy San, señor. Wooyoung está conmigo-. Respondió tratando de transmitirle tranquilidad y sin alzar mucho la voz para que el menor no despertara, que al parecer no lo haría pues estaba en su quinto sueño.
El señor Jung pareció soltar un suspiro largo sonando aliviado.

-Gracias al cielo... ¿él está bien?-.
San seguía acariciando su cabello y aunque no lo pudiera ver, asintió.

-Si, señor. Él llegó anoche... estaba algo alterado así que se quedó conmigo. Pero ahora está bien, sigue durmiendo-.

-Supongo que te contó todo-. El hombre sonaba algo apenado.- Umji y él tienen una relación difícil, San. No creas que es algo personal-.

-No, claro que no. Entiendo la situación... cuando Woo despierte, lo llevaré a casa-.

-Gracias, San... estoy agradecido de que estés con él-. Él se refería tanto en ese momento como en su vida.
El señor Jung había estado hablado con su suegra esos días, ella no paraba de hablar de el cambió drástico en Wooyoung en ese tiempo, y como San fue uno de los factores por los que el menor quiso mejorar, no era completamente la razón pero había ayudado a Wooyoung en muchos aspectos notorios, además de que San era como un ángel y alguien transparente en su personalidad, lo confirmó en la fiesta cuando charlo con él un rato. El padre de Wooyoung no tuvo que buscar más razones para admitir que era el indicado para su hijo.

Después de la llamada, San se volvió a recostar frente a Wooyoung en espera de que este despertara por su cuenta. Fueron quizás unos quince minutos después que este se removió un poco y con lentitud abrió sus ojos topándose con los suyos, después se dio cuenta que abrazaba una almohada y no a su querido novio, así que la hizo a un lado con molestia y se aproximó a él para volver a abrazarlo ocultando su rostro en su pecho, queriendo volver a dormir. San negó sonriendo, recibiéndolo en sus brazos.
-amor, ya hay que levantarnos-.

-cinco minutos más-.

-Tu padre llamó-. No recibió respuesta después de eso, quizás no se lo esperaba.-Hay que ir a tu casa-.

-Le deje un mensaje desde anoche... le dije que no volvería a Seúl-. Se negaba a apartarse de San. Este soltó un suspiro, olvidaba que Wooyoung era alguien terco, desde el día uno lo supo por lo difícil que fue conquistarlo.

-Aun así. Puedes ir a despedirte-. El menor guardó silencio nuevamente. Lo estaba pensando muy bien, y quizás San tenía razón, no debía ser tan infantil, debía ir a mostrar que era alguien maduro y que a pesar de lo sucedido podía seguir adelante y no mostrar debilidad.

Somebody in Namhae (WooSan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora