~CAPÍTULO NUEVE~

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A primera hora del día, Lucerys y Visenya salieron de paseo en sus respectivos dragones Penthos y Arrax, si bien había algo que los hermanos disfrutaban era volar juntos cada que podían, y a decir verdad, Penthos disfrutaba la compañía del joven Arrax, incluso, en ocasiones, volando por debajo de él para protegerlo.

A primera hora del día, Lucerys y Visenya salieron de paseo en sus respectivos dragones Penthos y Arrax, si bien había algo que los hermanos disfrutaban era volar juntos cada que podían, y a decir verdad, Penthos disfrutaba la compañía del joven A...

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—Penthos es muy viejo para alcanzar a Arrax!—gritó el niño desde su montura.

Visenya se rió por el comentario mientras ambos aún permanecían elevados, por encima de las nubes, donde amaban estar.

Las risas de ambos hermanos se mezclaban así como los sonidos que emitían sus dragones, el pueblo veía a los jóvenes príncipes desde abajo, era un espectaculo digno de ver.

Cuando aterrizaron, no muy lejos en el bosque, ambos hermanos se sentaron un rato a descansar. 

—Y cuando es el matrimonio?—preguntó Luke.

—Aún no hay una fecha, el consejo no lo ha decidido. Lo anuncian como si fuese un matrimonio de auténticos reyes... Me enferma—dijo.

—Pero... y qué pasará cuando se casen?—preguntó.

—A qué te refieres?—respondió Visenya, volteando a ver a su hermano y levantando una ceja.

—Bueno, le dicen el 'Príncipe Malvado'...—Lucerys habló con temor.—Donde vivirán? A donde te llevará?—preguntó nuevamente, intrigado.

—No me iré a ningún lado, Luke.—Visenya se acercó un poco más a su hermano, tomando su rostro.—Yo siempre estaré para ti.

—Es que no quiero que te cases con él...—respondió Luke, dejando salir unas lagrimas.—No quiero que me quite a mi hermana.—Ahora lloraba y sollozaba frente a su hermana.

—Ven aquí—le dijo ella conteniendolo.—No es tan malo como parece—agregó.

—Qué? Aemond o todo este asunto del compromiso?—preguntó Luke, limpiando sus lagrimas.

—Ambos. En las últimas semanas hemos aprendido a llevarnos bien, creo.—dijo.—Debemos aparentar.

Luke se quedó en silencio.

—Hey... no estés triste.—le dijo ella.—Yo... iré mañana con ustedes a Rocadragón...—prometió.

—De verdad?—preguntó el niño

—Sí... pero luego, tendré que regresar aquí.—respondió bajando la mirada.—Te veré en mi matrimonio... 

—Visenya se va y tendremos una hermanita—dijo de pronto—O hermanito...

—Madre quiere otra niña, supongo—Visenya sonrió al recordar a su madre con su pancita, de ternura.—Para llenar el vacío que le dejaré cuando me venga de lleno a vivir aquí.

—Aemond no te merece, Visenya—dijo Luke.

—Tampoco merece a Vhagar y es su jínete—agregó Visenya.—Las personas de mierda tienen suerte mientras que nosotros los buenos tenemos que ahogarnos en nuestra miseria, es parte de ser un Targaryen, ¿no?

𝐁𝐀𝐒𝐓𝐀𝐑𝐃𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora