Persiguiendo el sol// Traducción. Sevmione

31

Si no eres tú, ¿por qué mi alma se siente feliz hoy? Si no eres tú, ¿por qué mi mano se ajusta a la tuya de esta manera? Si no eres mío, ¿por qué tu corazón devuelve mi llamado? Si no eres mía, ¿tendría la fuerza para resistir? Nunca sé lo que me deparará el futuro, pero sé que estás aquí conmigo ahora. Lo lograremos..."

– Daniel Bedingfield, 'If You're Not The One'.

Severus caminó hacia las mazmorras completamente aturdido, corriendo sin vergüenza; En este momento necesitaba una ducha muy fría. Él también quería una bebida, pero esa no era realmente una opción. Intentaba no pensar en lo que acababa de suceder, pero con un éxito limitado; Si no fuera por el hecho de que su cerebro parecía haberse derretido en algunos lugares importantes, no podría despejar su mente en absoluto. Si estaba convocado ahora, estaba muerto, pero eso ni siquiera se le ocurrió; La mayoría de las veces estaba muy confundido, y dolorosamente excitado, y ligeramente aterrorizado.

Eso había sido... Bueno, no quería llamarlo un error, como tal, pero sin duda había sido una muy mala idea. A pesar de todas sus valientes resoluciones de encontrar otro camino y darse tiempo para explorar si realmente había algo entre ellos, nunca había tenido la intención de acercarse a ella de ninguna manera mientras ella todavía era su alumna, ciertamente no había planeado inmovilizarla contra la pared y besarla hasta dejarla sin sentido. El Fuego Demoníaco había agitado sus emociones y debilitado su autocontrol, ciertamente, pero no podía culparlo por completo: había querido hacer eso durante mucho tiempo.

Se quedó de pie en el cuarto de baño y miró su reflejo con cierta incomodidad; Parecía algo sorprendido, aunque era dudoso que alguien más lo hubiera visto. Sorprendido era un eufemismo, se dijo a sí mismo a lo lejos, lamiéndose los labios de nuevo: aún podía saborear su boca en la suya, y sus ojos se pusieron vidriosos por un momento mientras temblaba con la fuerza de la memoria sensorial, recordando la forma en que ella había susurrado su nombre. Había sido muchísimo mejor que cualquier beso que recordara, aunque no habían sido exactamente muchos; Mejor que cualquiera de sus enredadas fantasías, también.

Parpadeando lentamente, trató de ser analítico; Nunca se había permitido especular en detalle sobre su vida privada en caso de que matara a alguien, pero ahora... él no había sido su primer beso, desde luego... bueno, él lo sabía, había visto a ese imbécil McLaggen destrozándola antes de Navidad, lo que en realidad era una especie de alivio, ya que no estaba seguro de poder ser lo suficientemente amable, pero no creía que ella hubiera ido más allá. A ella la había pillado desprevenida su excitación, y él también, al llegar a eso; Se había endurecido tan rápido que era un milagro que no se hubiera desmayado, por lo que parecía que ella aún podía ser virgen. No podía decidir si eso le agradaba o le preocupaba. No es, por supuesto, que fuera a ser una preocupación. Había sido un beso, bueno, dos. A pesar de lo increíblemente bueno que había sido, al menos para él, eso era todo lo que era. Era una señal alentadora de que ella no hubiera parecido horrorizada, disgustada, furiosa o aterrorizada, y que le hubiera devuelto el beso, pero eso no significaba necesariamente nada. El mundo se iba al infierno, pero si de alguna manera encontraba una manera de salir de la trampa que se estaba estrechando día a día, ella todavía tenía un año de escuela por delante. No estaba seguro de ser lo suficientemente fuerte como para esperar un año más, no ahora. Si no se hubiera debilitado esta noche, podría haberlo logrado, pero con el sabor y el tacto de su boca en su memoria... No hay ninguna posibilidad. Cualquiera que fuera el menguante código moral que aún poseía, había tenido una muerte trágica una hora antes. Tanto si seguían como alumnos y maestros como si no, tarde o temprano la tendría.

Excepto por el hecho de que era probable que estuviera muerto el mes que viene. Por muy aleccionador que fuera el pensamiento, ni siquiera eso podía matar su excitación en ese momento; Apretando los dientes, suspiró, se desnudó y se metió en la ducha, cambiando el agua lo más fría que podía y tratando de no gemir mientras su cuerpo protestaba. Una vocecita traicionera en el fondo de su mente señalaba sombríamente que si realmente iba a morir, ¿por qué no llevarla mientras tuviera la oportunidad? No importaría después de que él estuviera muerto. Y ella había estado dispuesta, aunque escandalizada; Una vez que se recuperó de la sorpresa inicial, le devolvió el beso. No haría falta tanto para hacerla suya. No seas estúpido. Sacudió la cabeza y se miró a sí mismo con sarcasmo; Delgados, envejecidos, llenos de cicatrices, poco atractivos. Las hormonas no hacían que una chica estuviera realmente dispuesta; La mayoría de los jóvenes de diecisiete años se cualquier cosa. Después, probablemente se arrepentiría, independientemente de si él sobrevivía para verlo o no, porque ciertamente aún no estaba lista para eso. Él no le haría eso.