Por muy patrocinador que sea no le da derecho a tocarlo así, ni acercarse a él.
Tranquilo Max ! Prometiste que ya no serías celoso, pero este hombre no copera. Se que Sergio solo está siendo amable pero ahora que las cámaras ya están apagadas sigue coqueteando con él, necesito salir de aquí antes de que haga algo de lo cual me arrepienta.
Llegué a uno de los sanitarios y me mire en el espejo mi cara estaba sumamente roja del coraje, maldije mi debilidad por los celos que me atormentan, pero me había costado mucho ganarme el amor de Sergio para que un nadaqueviento me lo quitará.
La puerta del sanitario se abrió y vi a Sergio entrar.
~Leoncito!! Estás bien?~
Que si estoy bien? Dios ardo del coraje y de celos pero no debía demostrarlo.
~Si, estoy bien!~ ~ Porque no regresas con tu amigo! ~
Demonios la había cagado, no había podido disimular mis celos y Sergio lo noto, en su boca se dibujo una sonrisa burlona y antes de que pudiera decir algo devoraba mis labios con salvajismo.
~Adoro cuando te pones celoso, mi amor. Me encanta verte así de salvaje y se que me demostraras lo mucho que me deseas~
Los besos subieron de tono, lo tome de la cadera y lo senté en la pequeña encimera que tenía ese baño y repartí besos y pequeñas mordidas por todo su cuello mientras el decía mi nombre como un mantra. Me encontraba en medio de sus piernas y estás abrazaban mi espada, Sergio tenía los ojos cerrados mientras yo chupaba su esternón dejando marcas rojas que se convertirían en moradas.
Al tener los ojos cerrados Sergio no se dio cuenta que aquel hombre con el que platicaba había abierto la puerta y ahora me miraba con los ojos desorbitados y su boca formando una perfecta "O". Lo mire con ojos de odio y mordí a Sergio dejando en claro que me pertenecía y que no dejaría que nadie lo tocará, Sergio gimió de placer y pude ver cómo ese tipo retrocedió para salir del baño como si hubiera visto un fantasma.
~ Auch Max!! Me dolió!! ~ ~ Y eso no es todo pequitas, vamos al hotel para que me deleite con tu cuerpo hasta el cansancio ~
Bajo al moreno de donde estaba no sin antes darle una nalgada y salieron corriendo hacia el hotel para amarse como solo ellos sabían.
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