Trazos de caminos Cruzados

el presente y nuestro final

Capítulo Final: Retomando el Presente

Escena 1: La Psicóloga

Esa tarde, Melisa tuvo su sesión con la psicóloga. Estaba sentada frente a ella, acariciándose suavemente el rostro mientras las lágrimas caían por sus mejillas. No sabía cómo había terminado así, pero tenía algo claro: todo era por ti... por lo que había dejado atrás.

—Han sido meses difíciles —dijo Melisa, con la mirada perdida en un punto indefinido de la sala—. He tenido que tomar decisiones que nunca pensé que tendría que tomar. Siento que dejé muchas cosas atrás: a Lísienle, a mis amigos, a Jerónimo... Pero también siento que era necesario para poder seguir adelante.

La psicóloga la escuchaba con atención, asintiendo con comprensión.

—Es normal sentir esa mezcla de emociones —respondió la profesional—. Estás en un proceso de sanación, Melisa. Aunque el camino es difícil, estás avanzando. Has tomado decisiones valientes.

Melisa suspiró, permitiendo que las palabras de la psicóloga penetraran en su corazón. Sabía que aún había mucho que procesar, pero poco a poco estaba aprendiendo a dejar el pasado atrás y enfocarse en su futuro.

Escena 2: Un Nuevo Colegio

Dos meses habían pasado desde que comenzaron las vacaciones de verano. Enero estaba llegando a su fin, y con él, también lo hacía el tiempo de descanso. Melisa se encontraba frente a las puertas de su nuevo colegio, sintiendo una mezcla de ansiedad y renovada esperanza.

Mientras se preparaba para cruzar el umbral, pensó en todo lo que había dejado atrás. Recuerdos de risas compartidas, de amistades que habían marcado su vida y de momentos que parecían eternos. Preguntas sobre su pasado, sus viejos amigos, y cómo había llegado hasta este punto la asaltaban. Sin embargo, mientras observaba las nuevas caras que la rodeaban y sentía la calidez de un nuevo comienzo, Melisa decidió que, por ahora, esas preguntas seguirían siendo un misterio.

Con una última mirada hacia el cielo, respiró profundamente y dio su primer paso hacia un futuro desconocido, pero lleno de promesas. Después de todo, con Dios, todo era posible.

En ese momento, Melisa sintió que, aunque se despedía de una parte de su vida, también estaba dando la bienvenida a nuevas oportunidades. Con cada paso que daba, se llevó consigo no solo las lecciones del pasado, sino también el amor y la esperanza que siempre la acompañarían.

El fin de esta página que, por fin, ha dado vuelta a una nueva...

Mi estimado lector, si ha llegado hasta aquí, déjeme agradecerle por todo, por su apoyo, aunque pequeño hasta el momento. Me llena de alegría saber que ha tenido la dicha de leer este corto libro que habla de la experiencia de Melisa. Otra cosa: la perspectiva está vista y presentada desde Melisa, y puede que haya cosas que tengan desdén y falta de conocimiento por parte de esta. Les diría u ofrecería la perspectiva de otros personajes principales, como Lísienle o Jerónimo, y claro que puedo alterar la historia si se me apeteciera, pero eso implicaría no ser sincera con el público que realmente le interesó la historia. Pero si quieren algo, claro que se los puedo ofrecer, solo comenten o háblenme por esta aplicación o por donde voy a compartir la historia. ¡Gracias por su atención!***************************