Capitulo 16: El precio del amor

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—Kai, ¿qué le pasó? —pregunté, sintiendo un nudo en la garganta. Cada segundo que pasaba se volvía interminable.

Kai apretó los labios, visiblemente agotado, pero sus ojos reflejaban preocupación. —Mi padre... hechizó sus alas. Las hizo tan pesadas como rocas... Cayó al mar, y no pude alcanzarlo a tiempo. Se hundió hasta las profundidades, y cuando logré acercarme a él, ya estaba inconsciente.

Al decir eso, Kai se dejó caer sobre el sillón cerca de la ventana. Cerró los ojos y respiró hondo; el cansancio se notaba en cada gesto. Me moví rápidamente, tomé algunas toallas y se las coloqué para que se secara, haciendo lo mismo con Lorem, que seguía sin moverse.

Mi madre, al ver que Lorem aún no reaccionaba, se acercó sin titubear.

—Hija, cierra la ventana y pon el seguro —ordenó, su voz firme mientras se arrodillaba junto a Lorem.

Colocó una mano en su frente y la otra en su pecho, y comenzó a susurrar con una calma inquietante: —Por el poder de mis ancestros, devuelvan la vida a esta criatura mágica, que no tiene culpa más que la de amar a una mortal. Que su espíritu regrese, tanto en el cielo como en el mar. A la medianoche, sus ojos abrirá.

Un brillo suave comenzó a llenar la habitación, pequeños destellos que flotaban alrededor de Lorem, entrando en su cuerpo. Kai, que aún estaba en el sillón, abrió los ojos con incredulidad. La escena era majestuosa, casi irreal. Mi corazón latía con fuerza, rogando que no se lo llevaran.

Finalmente, una leve sonrisa apareció en el rostro de Lorem, aunque seguía inconsciente.

—Se pondrá bien —anunció mi madre, retirando sus manos mientras mantenía una expresión seria.

—Majestad. —Kai se levantó rápidamente—. ¿Cómo hizo eso? Pensé que usted era...

Mi madre levantó una mano para que guardara silencio.

—Así es, Kai, soy una mortal. Pero mi madre... era hija de un demonio. Heredé sus dones. Se casó con un arcángel, y esos poderes se transmitieron a mí... pero Dylan no lo sabe. He ocultado esto por años, como oculté la verdad sobre tu padre. —Su rostro se ensombreció al mencionar esto último.

—¿Por qué lo hizo? —Kai seguía desconcertado.

—Para proteger a mi hija —respondió mi madre, mirándome con ternura—. Temía que si se descubría, me separaran de ella y de Dylan.

—Mamá... —murmuré mientras me acercaba y ella me envolvía en un abrazo cálido.

—Kai, los poderes de un demonio son difíciles de controlar. Heredé tanto los dones de mi padre como los de mi abuelo. Hubo un tiempo en que intenté combinarlos para cambiar el destino de los demonios y permitirles volver a la tierra. Pero fracasé. Como resultado, mi padre fue castigado; le quitaron las alas. Logré devolverlas, pero a cambio, tuve que mantenerlo en secreto. Nadie debe saber de esto, ni siquiera tú ni tu padre, Charlotte.

Kai y yo permanecimos en silencio, mientras yo me alejaba de mi madre para ponerme al lado de Kai.

—Todo tiene un precio —dijo ella con una postura erguida, su mirada era fría pero decidida—. Haré lo que sea necesario para proteger a los que amo.

—Lo entiendo perfectamente —dijo Kai, asintiendo con una leve sonrisa mientras me miraba—. Yo haría lo mismo para proteger a Charlotte.

Le devolví la sonrisa, sintiendo el apoyo de Kai en cada gesto.

—Sé que es peligroso, pero si así lo quiso el destino... —la mirada de mi madre se posó en Lorem—. Es tu deber cumplir con ello, hija. —Su sonrisa era dulce, pero sus ojos mostraban una tristeza profunda.

Amor Legendario (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora