Flufftober 2024 Yu-gi-oh

2: Atardecer.

Los días en Egipto solían ser muy pesados para Atem, su trabajo como el faraón nunca terminaba, aun asi el hacia lo que fuera por su reino.

Sin contar que todo lo que el monarca de Egipto hacia por el reino al final era recompensado, al final del día.

Bueno casi siempre, hay veces que no se puede, y eso lo sabe Mana, ella mejor que nadie se a dado cuenta de todo lo que hacia su prometido, lo cual ella admiraba, excepto cuando Atem se quedaba trabajando mas de lo que debería.

Por ejemplo en este momento, ya casi se pone el sol, Atem no a salido de la sala del trono, en donde lleva mas de cuatro horas tratando de resolver algo, que según Mana no se solucionara de la noche a la mañana.

Sin contar que el actual faraón de Egipto no a comido apsolutamente nada.

Asi que cansada la chica decidió hacer lo que ella creía conveniente en este momento.

Dado que Mana ya era tratada como la prometida del faraón, ella era tratada como toda una futura reina, por lo cual tenia a sus doncellas y guardias. Su doncella principal era Kisara, una buena amiga de Mana y la futura novia de Seth.

-- Kisara ------ la chica se acerco a donde estaba la castaña ------ Pide que preparen la cena, que la sirvan cerca de los jardines principales

-- Si su alteza -------- con una reverencia la albina salio de la habitación en la que estaban, pues aunque Mana fuera la futura reina, ella quería mejorar en su magia.

-- Anzu ------ una castaña dio un paso al frente. ------- Manda a preparar el baño para después de la cena, tengo algo que hablar con el faraón ------- la chica hizo una reverencia y salio de la habitación ------- Por favor encarguense de recojer esto por favor ----- sus otras dos doncellas le hicieron la reverencia y fueron a cumplir sus tareas. ------ Vamos a la sala del trono -------- Mana acompañada de sus dos guardias se dirijieron a la sala del trono, en donde otro guardia le dio paso. -------- por favor esperen aquí ------- los guardias asintieron, mientras ella entraba.

-- ¿Que estas haciendo aquí? ------- Mana noto que Aknadin estaba mas que furioso al verla en ese lugar, para nadie era un secreto que el no aprobaba ese compromiso.

-- Aknadin, ¿Estas cuestionando a mi futura esposa? La cual por cierto sera la reina de este lugar, asi que espero no volver a escuchar que te dirijes a ella de esa forma. ------- con una seña la chica camino hacia donde Atem estaba

-- Mi faraón, lamento interrumpir ------- la castaña hizo una reverencia como Mahad le enseño, pues el la a estado ayudando para que nadie pase sobre ella.

-- No interrumpes nada, ven y siéntate junto a mi -------- la chica le hizo caso y se fue a sentar junto a el. -------- ¿Que sucede?

-- Me pregunto, si quisiera acompañarme a cenar en los jardines, la tarde esta hermosa y pronto vendrá el atardecer -------- Atem se perdió en los ojos de su amada y asintió.

-- Sera un honor Habibi, dejemos esto hasta aquí, es obvio que no llegaremos a nada por ahora, descansen y hablaremos de esto en dos días,

-- ¿Dos días?

-- Si eso dije, tenemos otras cosas de que encargarnos antes que esto, ahora retirense --------- todos salieron de la sala, unos mas enojados que otros pero bueno. -------- gracias por salvarme.

-- Supuse que ya estabas cansado

-- Algo, pero mas que nada estoy hambriento, vamos a cenar ------- con ayuda de Atem la chica se levanto y fueron a los jardines en donde todo ya estaba listo.

-- Descancen chicos, Anzu y Kisara asegurence que todo este listo en los aposentos del faraón, nos vemos mañana ------- todos asintieron y se fueron.

-- Veo que ya te acostumbraste.

-- No, nunca lo haré, pero según mi maestro debo hacerlo, asi no le daré el gusto a tu tío, además Kisara y Seth, se estan divirtiendo con todo esto.

-- Ya lo se, mi primo me lo dijo, es una linda vista

-- Hace tiempo que no vamos al Nilo, y dado que desde este lugar se ve igual, pensé que estaría bien.

-- Realmente lo esta, gracias Mana, sin ti ya me hubiera vuelto loco.

-- Lo se, pero por ahora no pienses en nada,

-- Ahora solo pienso en ti, este momento y el bello atardecer que nos acompaña.

Con eso ambos siguieron cenando, ya luego Mana le daría su otra sorpresa.