01 ⟩ Media naranja.

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—¡Yang! ¿Te gusta como se me ve esta camisa?— inquirió, saliendo del baño que conectaba con su habitación.

Jeongin alzó la cabeza. Estaba sentado sobre la cama del castaño, viendo su teléfono. Terminó asintiendo.

—¿Es nueva? No había notado que tenías ese tono de rosa.

—Sí, es nueva. La compré porque ya casi es el día tan importante, no sabes cuánto lo esperé.

—Claro que lo sé, ¿de qué hablas?— manifestó, fingiendo una mueca. 

Seungmin soltó una pequeña risa antes de asentir con la cabeza.

—Cierto, cierto... ¿Debo ponerme esta, o la blanca que te mostré hace unos minutos?

El pelirrojo se quedó mirando en silencio a su amigo, intentando detallar el aspecto ajeno con dicha prenda. Desde siempre Seungmin fue un chico con una linda figura, por lo que Jeongin no sabía qué opinar al respecto.

—Min... Te ves lindo con todo.

El menor mostró una gran sonrisa, como si aquel comentario lo hubiera puesto tímido.

—Gracias, Yang. Usaré esta, entonces. El rosa es mi favorito.

—¿No era el azul?

—Eso fue la semana pasada— contestó mientras se alejaba de nuevo, quién sabe, tal vez a cambiarse de ropa nuevamente.

Jeongin chasteó con la lengua cuando notó que Seungmin ya no estaba cerca, y otra vez, bajó su mirada al teléfono.

En menos de lo que esperaba, Seungmin volvió a aparecer. Ahora, tenía puesta una camisilla blanca pegada al cuerpo. Parecía querer quedarse así.

El alfa lo miró de reojo, notando que Seungmin tenía un poco de calor e intentaba ventilarse.

—¿Qué ocurre?— inquirió Jeongin, intentando mirar al omega a los ojos— Hace frío, en realidad.

—No lo sé, sudo fácil.

En un segundo, Seungmin levantó su camisilla con ambas manos, dejando al descubierto todo su abdomen y parte de su pecho.

Al principio, Jeongin no se asombró, pero al subir un poco la mirada, su atención se dirigió al par de pezones del omega. Eran color rosa, extrañamente pastel. Se disgustó en un instante al caer en cuenta de que estaba apreciando a su amigo.

—¿Qué tratas de mostrarme?— preguntó después de aclarar su garganta.

—Que estoy sudando, ¿ves?

—Ah, sí. Podemos salir, si quieres.

—Buena idea, ¡demos una vuelta!— concordó, mostrándose ciertamente emocionado por el plan.

—Sí, bien... Pero tenemos que volver antes de las cinco. Tus padres me comentaron que hay una cena temprano.

—Oh, vale. Deben ser los Lee que vienen a visitarnos.

—Huh, hace tiempo no veo a Felix— dijo Jeongin, colocándose de pie— ¿Crees que pueda quedarme?

Seungmin rodó los ojos, aún mostrando una pequeña sonrisa en sus labios.

—No seas tonto, si es que mis papás son como si fueran los tuyos. Les encantaría que te quedaras.

—¿Será?... Luego les preguntaré.

—De acuerdo, me pondré unos zapatos y salimos. Me apetece un helado.

—Va, Min.

Lazos de amistad | SEUNGINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora