05 ⟩ Especial.

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2 p. m.

El par decidió salir a pasear un rato con su grupo de amigos. No era muy grande, pero eran muy cercanos entre sí. En especial, Jeongin tenía mucha confianza en Lee Know. No más de la que le tenía a Seungmin, pero podía hablar de temas diferentes con él.

Aparte de ellos tres, estaban Han Jisung y Felix. Ellos y Seungmin eran los más hiperactivos, por lo que estaban adelante corriendo, mientras los dos mayores se encontraban charlando más atrás.

—¿Cómo no estás enamorado de Seungmin?

No es que la pregunta le haya molestado, es más que lo desconcertó, y su rostro reaccionó involuntariamente. Sus ojos se posaron en el mencionado, que estaba riendo a unos metros de ellos.

—¿A qué te refieres?

—Pues, a ver, es un chico muy lindo, respetuoso, tolerante... Amable... Cariñoso.

—Sí, me gusta ser su amigo— dijo Jeongin, ahora mirando al alfa a su lado— No lo podría ver de otra forma.

—Mmh, entiendo... Supongo que es lógico, lo conoces desde jovencito.

—Claro. Suena tonto, pero sería como estar enamorado de mi hermanito. Nos vimos crecer mutuamente.

—Ay, vamos, él no tiene tu sangre.

—No, claro que no— decía, metiendo dos de sus manos en los bolsillos de su pantalón— pero sabes a lo que me refiero con eso.

—Ajá.— lo miró con una sonrisa pícara, como si le gustara jugar con la paciencia ajena— ¿Ya pensaste en cómo será cuando Seungmin tenga a su alfa, y te deje de lado?

—Serás idiota, yo también tendré a mi omega, y no planeaba abandonar a mi mejor amigo— contestó de manera en la cual su voz se hizo más seria, y además, lo miró con ojos entrecerrados.

—Ya, pero él, al ser tan cariñoso, querrá dedicar mucho tiempo en su relación. Lo conoces bien.

El pelirrojo se quedó en silencio, al parecer, había sido vencido. La idea ya no le parecía tan divertida.

—Bien, tienes razón... Supongo que me lo quitarán.

—¿Te pone celoso pensarlo?— inquirió con una ceja alzada.

—No, celos no. Es nostalgia, hace poco teníamos quince y no pensábamos en el amor de nuestras vidas. Sólo en tonterías.

—Ya, ya. Tampoco te vayas a poner a llorar aquí— dijo Minho, rodando los ojos.

—Imbécil— susurró Jeongin, dándole un golpe en el brazo.

Detuvieron el paso cuando los chicos frente a ellos hicieron lo mismo. Al parecer, veían algo.

—¡Yang, helados!— exclamó el omega de cabello oscuro, girándose con una sonrisa hacia el mencionado.

Jeongin le sonrió y se adelantó, con propósito de acercarse al grupito.

—¿Quieres uno?

—Sí, por favor— respondió de inmediato, con la voz un poco agitada. Era obvio que estaría así, si es que no había parado de saltar por allí.— Te lo pagaré cuando llegue a casa, olvidé mi cartera de nuevo.

—No pasa nada, torpe.

—No me llames así— se quejó el menor, esperando a recibir el efectivo.

Apenas lo recibió, mostró una sonrisa y se dió media vuelta.

—¡Iré yo!— avisó a todo el grupo, antes de volver a dirigirse a su mejor amigo— Te traeré un cono de melocotón y piña.

Los favoritos de Jeongin; frutos amarillos. Los de Seungmin no, él era más de frutos rojos.

Se quedó viendo como el omega de cabello oscuro se alejaba hacia la tienda de helados que había visto al otro lado de la calle, pensando en las palabras que le había dicho su amigo.

Era cierto, un tonto le iba a quitar a su mejor amigo, tendría que compartirlo y tendría apenas el 10% de su tiempo.

Era una putada, ni siquiera estaba pensando en quién sería SU pareja predestinada, realmente no le importaba eso.

Lazos de amistad | SEUNGINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora