Lazos de amistad | SEUNGIN

15 ⟩ Imaginar.

Jeongin se despertó en el sofá, solo, con la luz que provenía de la ventana. Tenía pinta de ser ya más de las 12 de la tarde.

Se había quedado profundo, y al parecer, abrió los ojos un poco alterado.

Había tenido un sueño demasiado extraño e inusual, definitivamente. Al menos no se acordaba tanto del contenido, pero sí de que su mejor amigo aparecía allí.

La temperatura de su cuerpo había subido un poco, y ni siquiera sabía el motivo.

Antes de que pudiera preguntar por Seungmin, él apareció en la sala.

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—¿Descansaste algo, Yang? No quería molestarte, por eso no te desperté para que fueras a mi habitación.

—Mmh, sí, algo.— frotó uno de sus ojos y se colocó de pie.

El omega caminó para llegar al frente de su amigo.

—Mis padres compraron pizza, por si tienes hambre. Se encuentran en su habitación ahora mismo.

—Bien, gracias, Min— respondió, bajando un poco la cabeza. Seungmin estaba demasiado cerca, y por cualquier motivo, no quería que lo viera a los ojos.

—¿Tienes algo?

El pelinegro giró un poco la cabeza a un lado, mostrando confusión. También, olfateó un poco, notando que el aroma del alfa se había intensificado un poco. Si olía a menta, ahora olía a un tipo mucho más fuerte.

Se inclinó un poco hacia él, chocando la mejilla ajena con la suya. Jeongin se sorprendió un poco, pero se quedó quieto.

—Estás caliente. ¿Te duele la cabeza?

—No realmente. Supongo que está haciendo calor.

—¿O tienes fiebre?... No me digas que también entras en celo.

Jeongin se negó al momento.

—Tuve mi celo recientemente. ¿No lo recuerdas?

—Ah, es cierto.— miró hacia abajo, intentando acordarse de algo en específico— Ese día... Huh, tuve que salir solo con Jisung porque tú no me avisaste que estabas indispuesto.

—Ajá, fue solo una excusa.— el pelirrojo rodó los ojos— Disfrutaste ese día, ¿eh?

—Claro que lo hice.— le sonrió ampliamente— pero hubiera sido más divertido contigo.

—Bien, podemos salir otro día al cine.

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Unos minutos más tarde, Seungmin se encontraba sentado en su comedor a un lado de su mejor amigo, comiendo pizza.

La del omega era una hawaiana, mientras que la de Jeongin era más sencilla y llevaba sólo queso. No le gustaba mezclar dulce y salado en una sola comida.

Estaban conversando tranquilamente, como era habitual. Era raro, ya que ninguno tocaba ningún tema respecto a la carta, ni nada de ese tipo. Hablaban de tonterías.

Como sea, hubo un segundo en el que se quedaron ambos callados, disfrutando su comida.

Jeongin se quedó viendo al omega, quien se veía sumamente tierno haciendo cualquier cosa. Le sonrió inconscientemente, notando el brillo que tenía el omega en los ojos. Era tan expresivo, que se notaba si le estaba gustando la pizza o no.

—Tienes salsa debajo del labio— mencionó el mayor, mirando esa parte.

—¿Mmh?— sacó un poco su lengua, desplazándola hasta el lugar incorrecto. Repitió lo mismo dos veces.

Jeongin, al ver que erraba, soltó una pequeña risa.

—Acércate.

El menor obedeció y se inclinó hacia él. Mirándolo a los ojos, presenció como el alfa de deshacía de dicha mancha sin problemas.

—Gracias, Yang.

—No es nada. Comes como niño pequeño.

—Que tonto eres— habló de nuevo, pero fingiendo una expresión de enojo.

—Sigue comiendo.

—Deja de darme órdenes— se quejó, igualmente dándole un mordisco a su porción de pizza.

—Que gracioso...

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