17 ⟩ Destino.

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—¿Estás enojado conmigo?— inquirió el omega, viendo como su mejor amigo caminaba a paso rápido con una mirada más seria de lo normal.

—No, no lo estoy. No te preocupes.

—Pero te veo... Enfadado. Dime qué te pasa.

—No lo estoy, Min— insistió.

—Mmh... Bien.— paró de caminar, lo que hizo que su amigo también lo hiciera— Yang, te veo después.

—¿A dónde vas?

—Quedé de encontrarme con Jisung, en cuanto suene el timbre de la última hora, entraré.

—¿Seguro?— le cuestionó con una ceja arriba— Puedo quedarme a acompañarte.

El menor se negó.

—¿Para qué? No es necesario.

—Pues, ya sabes... No importa, como tú quieras— habló, dando un paso atrás— Hasta luego, me buscas a la salida.

—Bien, Yang. ¡Chaito!

El alfa se alejó al mismo paso rápido de antes, a lo que Seungmin se giró para buscar al otro omega que estaba esperando.

Llegó un par de minutos después.

—¡Hola!— exclamó el castaño, abrazando al chico.

—Hola, Hannie. ¿Cómo estás?

—Muy bien, ¿y tú?— inquirió con una sonrisa.

—Bien, bien. ¿Por qué tan emocionado?

—¡Que tengo mucha suerte!— Han dió unos pequeños saltitos— Quería contarte.

—¡Pues dime!

—¿Te acuerdas de el alfa que me encontré en la biblioteca?

Seungmin se quedó pensando unos segundos, intentando recordar cuando su amigo le contó aquello. Al momento, se acordó de quién era.

—¡Yo te dije que desde que lo vi, supe que había algo especial entre nosotros!— decía, con aún más entusiasmo.

—Mmh, pero, ¿no dijiste que ni siquiera te habló?

—Es tímido, sí me quería hablar.

—Ajá, si tú dices, Hannie. Igual, te conté que es amigo de Jeongin.

—Sí, sí, ¿y sabes qué? ¡Él es mi pareja predestinada!— reveló, aplaudiendo un par de veces— No sabía su nombre, así que cuando lo leí no me emocioné tanto, pero luego nos encontramos en el lugar que decía la carta, ¡y lo ví! ¡Era él!

—¡Oh!, eso es maravilloso.— se quedó pensando unos segundos, ya que su carta no decía lugar en el que debían encontrarse... Pero bueno, ese día estaban lado a lado.— ¿Dónde está él ahora?

—No pudo venir hoy, ya que tenía que salir a hacer unas cosas. Ya lo extraño.

Seungmin soltó una pequeña risa, pero terminó mirándolo con comprensión.

—Bueno, me alegro mucho por tí. ¿Si es el tipo de chico con el que quisieras pasar toda tu vida?

—Por supuesto que sí— afirmó apenas escuchar la pregunta— Es atractivo, respetuoso, atento, encantador... De verdad.

—Bien, Hannie. Eso está muy bien.

—Sí... ¡Oh!, ¿qué hay de tí? Estabas muy emocionado por recibir tu carta.

De una forma lenta, llevó su mano a su nuca y se rascó. Miró hacia arriba, pensando en cómo responder.

—Es... Raro.

—¿Por qué? ¿Quién es?— preguntó, realmente curioso.

—Es que nunca pensé que él fuera una posibilidad, ya que no lo veo de esa forma. El destino me jugó una mala broma.

—¿De qué hablas? Sólo dime quién es, no comprendo.

—Es Yang Jeongin.

El mayor se llevó una mano a la boca al escuchar dicho nombre, y así se quedó un par de segundos.

—¿Qué? ¿Bromeas?

Seungmin negó con la cabeza.

—No jodas.

—Lo sé, también me quedé así.— se encogió de hombros— pero ya sabes, es mi mejor amigo. Quedamos en fingir que no pasó nada.

—¿Es eso posible? Es decir, debes sentir una conexión con él, o algo...

—Claro que sí, pero como amigos. Desde siempre supe que él y yo teníamos algo especial.

—Sabes a lo que me refiero— habló Han, apretando los labios— Ya estás enlazado con él, no se puede simplemente ignorar.

—Claro que se puede, no ha pasado nada raro desde ese día. Sigue siendo mi mejor amigo de todos los días.

Por alguna razón, su amigo no le creía esto, así que lo observó, un poco dudoso.

Sin embargo, Seungmin parecía muy seguro de lo que decía.

Lazos de amistad | SEUNGINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora