capitulo 14

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El cumpleaños

             Era la mañana del sábado. Los indicios de un sol naranja somnoliento finalmente aparecieron en el horizonte. La chow-chow cachorrita empezaba a despertarse, frotándose los ojos con los restos de una buena noche de sueño. Sacudió su cabeza para aclarar el pensamiento. Siente que su estómago retumba por el olor a comida, lo que probablemente significa que el desayuno ya está listo. Bostezando, se puso de pie y caminó a la cocina. Se detuvo en seco en la entrada al notar un extraño ruido, seguido de un montón de colores que nublaron un poco su visión.

—“¡¡Sorpresa!!", se escuchó de varias voces presentes, mientras un montón de papeles triturados de colores volaron hacia su cara con otro estallido.

—“Feliz cumpleaños, hija," dijo Wendy, con una brillante sonrisa en su rostro.

—“¡¡Feliz cumpleaños!!", exclamaron dos pequeñas que la abrazaron.

—“Gracias…", ella soltó una risita, sorprendida por su alegría desenfrenada.

             Toda la cocina, además de la sala, estaba cubierta de decoraciones improvisadas: globos, guirnaldas, dibujos en la pared, además de una sábana en el suelo con puntos verdes, rojos, azules y amarillos toscamente dibujados. Parecía que habían comenzado el día poco antes de que amaneciera.

    Judo parpadeó, luego sonrió, soltando una carcajada. "Oh, wow, realmente es mi cumpleaños…"

—“Así es. Y… ¿Sabes lo que eso significa?", dijo Wendy y señaló la mesa frente a ella.

             Arqueando una ceja, Judo miró hacia la mesa, donde un gran desayuno estaba servido en su lugar de asiento: Éclairs de chocolate, panqueques de arándanos, crepes de fresa, pudín de plátano y panecillos de frambuesa abarrotaban un lado de la mesa. La chow-chow cachorrita no pudo hablar por un momento, se emocionó un poco. Aunque era típico que le prepararan su desayuno favorito, especialmente en su cumpleaños, esta vez era distinto puesto a que no se encontraba en casa de su progenitor. Las cosas habían cambiado, y esperaba que para mejor…

—“Espero que te guste el banquete que hicimos para ti”, empezó diciendo Wendy con alegría.

—“Nos llevó un buen rato”, agregó Bingo.

—“Queríamos hacer todo para ti, pero no pudimos descifrar los éclairs”, se lamentó la chow-chow adulta.

—“Pero papá se adelantó y los compró en la tienda”, le hizo saber la cachorrita azul mientras su padre asintió en respuesta.

—“Wendy me dijo cuánto te gustan y por supuesto tuve que conseguirlos… Y no creerás las tiendas que he tenido que buscar tan temprano…”, informó Bandit.

—“¿Quién iba a decir que hornear era tan complícil?”, dijo Bingo y todos se rieron.

 

             La chow-chow cachorrita miró por un momento la mesa cargada de comida.

 

—“¿Quieren unirse a mi desayuno?

—“¿Después de todo nuestro arduo trabajo para lograrlo? Seguro que sí”, contestó Wendy con una sonrisa.

"Una rosa es una rosa" (Bandit X Wendy) (Bluey AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora