capitulo 15

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El giro

             Era un día hermoso. El cielo nunca ha sido tan azul, las nubes tan blancas e hinchadas. El sol estaba cálido. Hay un aire fresco, llevado por una brisa suave. Los pájaros cantaban como si fuera un musical.

             En la casa de la familia Heeler, las cachorritas, acompañadas de la pequeña chow-chow, estaban tumbadas al sol, en la gran zona de hierba verde brillante y franjas de flores.

             A lo lejos, los adultos, Bandit y Wendy, estaban sentados en el porte del patio. Al igual que sus respectivas hijas, simplemente charlaban y reían entre ellos. La chow-chow no paró en ningún momento de mencionar, con bastante orgullo, el haberle hecho frente a su exesposo. El Heeler azul no hizo más que escucharla y sonreír, y aunque se alegraba de que su vecina se sintiera mucho mejor con respecto a lo ocurrido el día anterior, no pudo evitar preguntarle: "¿Qué es lo que pasará ahora?"

    La chow-chow suspiró y se sirvió un vaso de la limonada que había entre ellos. Después de beber un sorbo, dijo: "Honestamente… No lo sé".

             Bandit sabía que, aunque Wendy había respondido a su pregunta, no era una respuesta como tal. Demostraba que ella estaba algo perdida sobre qué hacer en esta situación. Tomó un sorbo de limonada, obligándose a no hacer muecas.

—“Realmente no sé qué es lo que pasará…”, Wendy pudo proseguir mientras inhalaba y exhalaba, “Pero si esta es la única manera para alejarlo de mi vida… entonces estoy dispuesta a todo”, declaró, mirando al patio.

    Bandit le dedicaba una sonrisa que no llegó a sus ojos. Al igual que ella, miró hacia el patio mientras decía: "Bueno… Puedo recomendarte un buen abogado si quieres”.

    La chow-chow miró a su vecino con creciente comprensión, dándose cuenta de que él se mostraba inseguro en lugar de juzgar. Cuando sus ojos se encontraron, ella suelta: "Mejor recomiéndame a alguien que sepa cómo motivarme todo el rato".

    Él bajó la mirada y sonrió. "Pensé que me habías contratado a mí para eso", bromeó y ambos se rieron, luego observaron a sus respectivas hijas, quienes ahora se disponían a correr por todo el patio.

             Más allá de los gritos y las risas de las pequeñas, ambos sentían que era un día demasiado tranquilo. Wendy se había acostumbrado tanto a sus vecinos que adoraba a cada uno de los alborotadores miembros de la familia Heeler. Todos eran algo extraños y Bandit no era una excepción a esa regla, pero una vez que los conocía fondo realmente disfrutaba de su compañía, y la tranquilidad era una de sus recompensas.

—“Judo se ve más feliz”, declaró Bandit mientras miraba a la pequeña.

    Wendy asintió. “Gracias de nuevo por ayudarme a organizar todo ayer”.

—“Oye, no hay de qué. Para eso están los amigos”, le guiñó el ojo. “¿Qué tal sus regalos?

—“Está bastante contenta con lo que recibió, aunque… hubo uno que no pudimos saber quién se lo trajo

—“¿En serio?

    Wendy asiente. “Era un peluche de un calamar”.

"Una rosa es una rosa" (Bandit X Wendy) (Bluey AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora