capitulo 17

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Una forma agradable de perder el tiempo


HACE UN DÍA

El sonido del canto de los pájaros llenaba el aire del parque. La luz del sol brillaba a través de las hojas de color ámbar que descansaban sobre el césped. Varias de ellas se movían suavemente como plumas que caían del cielo. Era un parque concurrido, pero justo fuera del centro.
Esto no era exactamente lo que Wendy había planeado para pasar la hermosa tarde de hoy. Lo que había esperado, al igual que todas las otras veces que ella y Judo habían ido al parque juntas, era simplemente pasear por allí... o Tal vez comprar un helado si algún vendedor estaba cerca. Sin embargo, esta vez necesitaba compañía. Para su suerte, la siempre elocuente perra salchicha y su hijo accedieron acompañarlas.

Luego de una caminata, ambas adultas se sentaron en una zona vacía del parque mientras observaban a sus respectivos hijos jugar cerca. Descansaban sobre el césped exuberante, lejos del calor del sol, mientras compartían una bebida y la comida que habían traído en una cesta. Con calma, Wendy recordó a Bandit sentado a su lado la última vez que hicieron un picnic juntos. Cerró los ojos para contemplar todo lo que le rodeaba: el viento en su pelo, las nubes blancas en el gran cielo azul, el suave susurro de las hojas ondeantes, el lago cercano que brillaba con la luz del sol, los pájaros que piaban y volaban alegremente; los animales que nadaban por el lago comiendo las migas de pan que les arrojaban; su amiga que estaba a su lado apreciaba la maravillosa escena frente a ella. Todo parecía perfecto.

Lo único que faltaba era Bandit...

La chow-chow bebió un sorbo y se volvió hacia la madre de Snickers. "¿La gente suele hacer picnics por aquí?", le preguntó.

-"No tanto en verano", respondió, "Al menos no si tienen la posibilidad de elegir".

Esto era cierto. El sol estaba algo fuerte y ellas parecían ser las únicas que se veían sentadas agrupadas en la sombra.


-"Entonces esto debe parecerte muy extraño", dijo Wendy, algo incómoda.

-"Nah", respondió ella mientras hizo un gesto de desdén con la mano. "De hecho me recuerda a cuando nos reuníamos con mi familia a hacer senderismo en las montañas azules. Allí solíamos comer al aire libre, con té y sándwiches de pepino del hotel".


Su voz, rica como la miel, irradiaba fuerza y calidez. Wendy sonrió, imaginándola con su familia, sentados debajo de un árbol y las altas, muy altas montañas por encima.


Mientras hundía los dientes en un trozo de pan caliente, la chow-chow pensó en cómo pasó aquellas tardes con Bandit en parques diferentes, en cómo solían caminar juntos bajo el sol. ¿Por qué de la nada quiso ignorar al hombre que más quería y necesitaba? Ni siquiera tenía por qué preguntarse eso. Él ahora estaba con su esposa y por supuesto que lo mejor era dejarlo que pasara tiempo con ella. Aun así... No podía negar que todo era mucho más fácil cuando ella y su vecino se tenían el uno al otro.
Wendy levantó la vista y notó que la madre de Snickers la estaba mirando, como si estuviera esperando a que hablara y ella le escucharía.


-"¿Te encuentras bien?", preguntó su amiga con tono suave.


La chow-chow se sobresaltó un poco y miró a su amiga a los ojos.


-"Estoy bien", sonrió forzosamente. "Es solo que... Hace mucho que no hago este tipo de salidas", respondió pacientemente.

"Una rosa es una rosa" (Bandit X Wendy) (Bluey AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora