Yo te quiero
La música estaba empezando a sonar cuando Chilli se acomodó el vestido. Frisky sonrió mientras le hacía un gesto con los pulgares hacia arriba. Ella respiró profundamente mientras el murmullo incesante de la gente se disipaba en las grandiosas notas del órgano.
Las puertas del salón se abrieron y los invitados se pusieron de pie. El vestido que llevaba puesto la Heeler roja era de encaje desde la punta de los dedos hasta el cuello y un estampado de flores desde el pecho hasta los talones, mientras que el velo que cubría su rostro tenía el mismo estampado de flores.
Muchas veces el Heeler azul se había referido a su novia como un ángel, pero aquella palabra nunca encajó tanto como esta vez.
Cuando ella finalmente llegó al altar, él le tendió la mano. "Te ves radiante, mi ángel”, dijo, como cumplido. Ella se rió entre dientes mientras tomaba la mano que le ofrecía y el sacerdote se aclaró los pulmones.El comienzo de la boda fue genial, un poco más largo (y lleno de más tos) de lo que habrían esperado, pero en general, bastante decente.
—“¿Aceptas, Chilli Cattle, a este hombre como tu esposo, para tenerlo y cuidarlo, desde este día en adelante, en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?”
Chilli sonrió desde debajo de su velo: “Sí, acepto”.
—“¿Y tú, Bandit Heeler, aceptas a esta mujer como tu esposa, para tenerla y cuidarla, desde este día en adelante, en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?”
El Heeler azul trató de hablar, pero las palabras no pudieron salir de su boca. Los nervios le jugaron en contra. No podía expresarse correctamente, incluso parecía que ni siquiera recordaba cómo contener la respiración.
Después de unos segundos de silencio, la Heeler roja comenzó a hablar con una voz suave: “Sé que te da miedo pensar que esto es el fin de nuestra relación. Que este será un gran punto de inflexión en tu vida. Pero debes mantener la frente en alto, ¿De acuerdo? Yo te amo y no volverás a estar solo”.
El Heeler azul dejó escapar el aliento que no sabía que estaba conteniendo: “Acepto”.
—“Entonces puedes besar a la novia”, declaró el sacerdote.
Bandit sonrió y sus manos se deslizaron por los brazos de Chilli. Podía ver su sonrisa por debajo del velo.
—“¡Yo me opongo!”, se escuchó de una voz que interrumpió el momento y todos jadearon mientras volteaban para ver a un labrador retriever en la entrada.
—“¡Pat!”, exclamó Chilli al reconocerlo.
—“¡Chilli! ¡Me equivoqué!”, vociferó desde la entrada. “¡No puedo vivir sin ti! ¡Por favor, dame otra oportunidad!”
La Heeler roja miró un momento a su prometido y, pese a las palabras que había dicho hace menos de cinco minutos, se despidió de él con un “lo siento”, corrió hacia el labrador retriever y juntos escaparon. El Heeler azul detuvo el sollozo que amenazaba con apoderarse de él. Todos los demás desaparecieron. Estaba solo. El lugar se puso lúgubre. Todo reventó como una pompa de jabón.
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"Una rosa es una rosa" (Bandit X Wendy) (Bluey AU)
RomanceLa vida de Bandit Heeler era casi perfecta, hasta que una sucesión de eventos hace despertar algo entre el y su vecina Wendy. Esta creciente mutua atracción podría causar estragos en sus vidas.