Foodfight!
Era una tormenta de verano perfecta para acompañar lo que se estaba convirtiendo en un perfecto frío de verano. Las gotas de lluvia daban inmediatamente paso a manchas de color negro grisáceo que pintaban edificios suburbanos bajos.Allí estaba el Heeler azul, bajo el toldo de un café, no para escapar de la lluvia, sino para esperar a su amada. Para cuando llovió un poco y se puso el sombrero encima, estaba bastante seguro de que todo su esfuerzo no había sido en vano. Se había peinado el cabello, estaba bien afeitado y la camisa recién planchada. Lo único criticable es que quizás pudo haber cortado los pliegues de sus pantalones color canela, pero en general se mostraba convencido de que se veía presentable.
Allí llegaba ella, la Heeler roja. No estaba mirando hacia arriba, así que él se tomó un momento para observarla. La forma rápida pero fácil que tenía de moverse, que tanto lo había atraído hacia ella, se notaba incluso cuando agitaba su paraguas y subrepticiamente endereza las costuras de sus medias de seda auténtica, se veía bien con ellas y con ese vestido gris. Era simple pero elegante, tal como ella. Ella se había peinado como a él le gustaba, aunque él nunca se lo había dicho. De todas formas, su sombrero Straw color melocotón hacía un poco complicado notar ese detalle.
Nunca antes en su vida había estado tan nervioso, tan asustado, tan lleno de incertidumbre. Sostiene su sombrero con fuerza. Intenta no centrar sus ojos en la hembra, aunque su mirada se desvía ocasionalmente hacia la de ella, quien tiene los ojos bajos y guarda silencio.
Ha pasado mucho tiempo desde que estuvo sin su compañía. Sin embargo, nunca ha podido olvidarla. Muchas veces se pregunta si realmente ella le era indiferente, pero él estaba seguro de su respuesta y hasta tenía en gran consideración el consejo de los demás.
Su asombro fue grande cuando él, hace unas semanas, empezó a plantearse que tal vez se había equivocado acerca de sus sentimientos. Su sorpresa dio paso a una creciente esperanza y luego a la vergüenza. Se dio cuenta de que había llegado a depender demasiado del consejo y la aprobación de los demás. Su miedo a que rechazaran su afecto por ella, basado en creencias anteriores, le hizo huir de aquella a cuyo lado anhelaba permanecer para siempre. Ahora se había sentido miserable durante su separación temporal. Alguien había intentado llamar su atención sobre muchas de las damas de la sociedad, sobre todo alguien en particular. Pero su corazón se había quedado con ella, y no lamentaba el hecho de no poder dárselo a alguien más.
Mientras se acercaba a ella, el Heeler azul se aclaró la garganta una vez por nerviosismo y luego otra vez por seguridad, esperando no sonar demasiado ronco.
-"¡Cariño! ¡Estás aquí!"
-"Así es", dijo con entusiasmo. "¿Me extrañaste?"
-"Por supuesto". Se aclaró la garganta nuevamente con tos. "Te ves preciosa".
La Heeler roja intentó parecer avergonzada pero sólo sonrió mientras él le quitaba el paraguas y la abrazaba ligeramente, manteniendo la cara apartada. Ella se puso de puntillas para besarlo en la mejilla.
-"Ah, tal vez no deberías...", se apartó con una mano entre ellos, terminando bruscamente. "No me siento tan bien".
-"¿Tienes hambre? Podemos entrar y comer un poco de baklava".
El macho azul se negó al ver todo el barullo de adentro.
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"Una rosa es una rosa" (Bandit X Wendy) (Bluey AU)
RomanceLa vida de Bandit Heeler era casi perfecta, hasta que una sucesión de eventos hace despertar algo entre el y su vecina Wendy. Esta creciente mutua atracción podría causar estragos en sus vidas.