𝑃𝑒𝑟𝑓𝑒𝑐𝑡𝑜

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Por supuesto que no lo vería en la noche. De hecho, tal vez no lo vea nunca más! Porque estaba decidida que ese beso con él ya había llegado demaciado lejos. Ni siquiera entiende como empezó todo, desde cuándo es que le importa alguien como él?

Un gryffindor, un hijo de un muggle, enemigo de su familia. Aggh!!

Le dio un último sorbo al mate que había conseguido hace unas horas y se arropó en la cama, ya dispuesta a dormir.

El asunto del peruano la tenía al borde, tanto así que tuvo que tomar una poción para dormir, por el bien de sus compañeras de cuarto, que también estaban hasta la médula de escuchar a la Argentina putear al peruano entre dientes mientras "dormía". Sí ajá.

[...]


03:30 a.m.

Un sombra oscura abrió las cortinas que resguardaban la cama de la joven. Aquella figura se acercó con suavidad, deteniendose justo en frente de ella para contemplarla durmiendo placidamente, tanto que no resistió las ganas por seguir esperando a ser iluminado y que un milagro sucediera para que ella lo tome en cuenta. Así que fue caminando con valor, hasta poder susurrarle al oído:

—Te ves preciosa cuando duermes.

Los ojos de la joven se abrieron de golpe al reconocer la voz tan tormentosa que la perseguía todos los días. De alguna forma había logrado despertar su conciencia.

—Perú?! Qué demonios haces aquí?!

—Shh, nos van a escuchar. —El muchacho se acercó hasta subir a la cama ante la vista atónita y confundida de Argentina.— No consigo dormir sin un besito tuyo. —argumentó casi ronroneando, con unos ojos oro brillante jodidamente tentadores.— Me darías mi beso de buenas noches?

—Largate de aquí!!

Ella lo empujó en el pecho para alejarlo, pero él hizo fuerza y logró acercarse hasta quedar a centímetros de su rostro. Argentina ni siquiera había forcejeado tanto y ya la había sometido. Tan débil se había vuelto?

—Woo... Que frío hace aquí. Te daré un poco de calor para que duermas más cómoda. —Dicho esto se abalanzó hacia ella, tumbandola en la cama mientras los cubría hasta la cabeza con las sabanas blancas para tener más privacidad.

De un momento a otro, la rubia sintió otra vez ese beso tan intenso y adictivo, como el de la tarde, presionar contra sus labios. Entonces no supo que hacer. Medio segundo más había pasado y ya estaba perdida en la boca del peruano, quien la ahogaba con su lengua y se hundía en su profundidad cada vez más y más, domandola, haciendola suya.

El placer empezó a aumentar. Ella ya no podía soportar que se detenga. No quería que deje de embriagarla y alimentarla con su sabor tan apetitivo. Perú se volvió su postre favorito, su comida favorita y el ser que más deseaba en ese momento. El que le otorgaba esa satisfacción que no sabía que necesitaba.

Que pensamiento tan contradictorio.

"Por qué estoy haciendo esto...?"

"Por qué sigo besandolo?"

"Y por qué no puedo parar?!"

—Ya demaje...

Un pequeño rastro de cordura se asomó en su cabeza, pero esas benditas manos sobre su cuerpo le hicieron olvidar tal pensamiento. No había espacio para el raciocinio en ella, eso estaba claro.

—Tu ropa de dormir es muy sexy. —comentó mirando su vestido negro corto de seda. Le quedaba sumamente tentador.

Perú se acercó a su cuello y empezó a repartir besos cariñosamente, marcando un camino desde la oreja hasta el inicio de su pecho, dejando completamente humedecida esa zona. Sus grandes manos juguetonas fueron a parar a sus piernas, mientras las acariciaba y apretaba lujurioso, de arriba hacia abajo. Por otro lado, ella lo sujetaba con fuerza e intentaba aguantar la excitación que cada vez se hacía más grande. Su mente no pensaba en nada más que no fueran sus besos... Su boca, ojos brillantes de depredador y esas manos gentiles que sabían perfectamente como sujetarla.

—S-solta... —Mentira. Se sentía tan jodidamente bien que no quería que él se detenga.— Per...

Que extraña se sentía la argentina, como si hubiera mandado al diablo las consecuencias, su odio hacia él, los mil y un motivos que tenía para alejarse, para no confiar. Y a la vez como entumecida, como si su cuerpo le pesara, como si no tuviera la suficiente fuerza o tal vez el valor para separarlo de ella, y eso le frustraba, no entendía porqué estaba así.

—Ver tu cara rojita es sumamente adorable. —afirmó el trigueño con una sonrisa de lado. Viéndola victorioso, como un león hambriento por su presa.

—N-no... ya vete! —Volvió a intentar forcejear. Por el contrario, él era muy cuidadoso con ella, no la empujaba, no la apretaba con violencia, todo era muy suave y calmado.

—Enserio? —Perú la miró directo a los ojos, la única luz turquesa tan brillante que alumbraba su rostro. Y ella no supo que responder.

Enserio quería que se vaya?

—Ahora sí estás muy calientita. —dijo con ternura, acariciandole la mejilla— Tienes una carita de Ángel muy linda Argen.

El muchacho se alejó de ella, y se reincorporó en la cama, sentandose en ella.

—T-te irás? —preguntó con miedo, imitandolo y acercandose a él.

"Espera... Por qué pregunté eso?"

—No. —respondió— Me dio calor también. —se quitó el polo con el logo de flash que traía puesto, mientras ella observaba cada parte de su pecho y abdomen en buena forma, como si estuviera bajo un hechizo.— Ahora si estoy listo.

Otra vez entrelazaron sus lenguas y todo era perfecto, tanto que no parecía real.

Ahora el contacto era más mutuo. La rubia ya no se resistía, es más, buscaba estar junto a él. Lo abrazaba, tocaba su cuerpo desnudo, incluso llegó a aruñarlo un poco, y de vez en cuando tiraba de su cabello alborotado.

"Argentina..."

—Eres la dueña de mi corazón lo sabías? —sus palabras calaban en su cabeza. Ella no sabía que responderle, le era muy vergonzoso oír eso.

"Argentina..."

Pero a la vez era tan hermoso...

—Siempre te amaré. Siempre lo he hecho y siempre lo haré.

Tan dulce...

"Argentina..."

—AGUAMENTI!!!

Pero aveces las mejores cosas solo pasan entre sueños.

La muchacha se levantó iracunda y completamente mojada, su corazón latía a una velocidad impresionante. Las tiras que sujetaban el vestido de seda con el que dormía, estaban caídas hacia sus hombros, dejando ver un poco su pecho desnudo. Su cabello estaba muy desordenado. Incluso podría decir que su cuerpo estaba muy rojo, de lo calientes que sentía sus mejillas.

Vio al frente a Venezuela, quien había habierto por completo sus cortinas. Ella ya estaba lista con su uniforme.

—Por qué me mojaste?!! —exclamó todavía confundida.

—Hasta que por fin te levantas! Vístete que vamos a llegar tarde!

"Q-qué...?"

—Pero yaa!! —gritó la morena cerrando sus cortinas.

Entonces Argentina miró a su alrededor, recordando aquel momento... Aquel sueño...

"Un sueño!!"

—POR MERLÍN!!





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Fue un sueño....
Todo fue solo un sueño....





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Capítulo dedicado a mi esposa zizoy_porzi espero que le guste 💕💐

𝐴𝑚𝑜𝑟𝑡𝑒𝑛𝑡𝑖𝑎 - 🇵🇪 ִֶָ 🇦🇷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora