𝑀𝑢𝑠𝑎

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—Bien, como ya estudiamos la poción Amortentia, ahora nos tocará prepararla, y no se molesten por buscar un compañero, lo harán con quien tengan al costado.

Argentina suspiró derrotada. Para su mala suerte por llegar tarde le había tocado sentarse junto al peruano.

—Consigan los suministros necesarios y practiquen, la próxima semana presentaran un informe y quiero verificar como preparan la poción. Ya saben sus efectos así que procuren no hacer un desastre aunque eso sería un milagro tratandose de ustedes. Ahora les presento la poción multijugos.

La rubia soltó un bufido de fastidio. Ahora tendría que soportar al león por más tiempo.

Maldición.

—Me prestas una pluma y pergamino?

Oh, ya comenzó a ladrar.

—No.

—Apuesto que si te lo pidiera el palo seco si le prestarías. —Argentina volvió a sorprenderse, no era común oir ese tono retador en Perú, con ella no.

—Fijate que sí.—Respondió para fastidiarlo.

Ambos se sacaron la lengua.

—No te enseñaron a compartir en tu casa?

—Tus necesidades no son mi problema.

Ella continuo tomando apuntes sin prestarle atención. Perú se recostó en la mesa con cara de pocos amigos.

—Así me pagas que te haya defendido de España? —susurró muy bajo.

—DEFENDERME?!

El grito hizo que sus compañeros los voltearan a mirar, incluso el profesor, pero ella se disculpó y volvió a su conversación.

—Defenderme vos a mi? Más bien me dejaste en ridículo! —intentó susurrar cerca del peruano.

—Ese fue el palo seco, somos muy diferentes, no nos confundas.

—Seh, vos tenés sangre muggle. —se volteó con los brazos cruzados.

—Al menos yo no tengo inflación.

Argentina estaba confundida, como es que él "ÉL" le estaba contestando?

—Calladito que no sos millonario.

—Más que tú sí.

—Andas con ganas de pelear no?

—De callarte a besos más bien...

Con lo dicho, la rubia se sonrojó, pero también frunció el ceño y volvió a prestar atención al profesor mientras Perú la miraba de reojo.

Así pasaron algunas horas. El peruano ya había logrado conseguir materiales gracias a Colombia. De hecho ahora mismo estaba garabateando algo en el pergamino, claro que Argentina se dio cuenta.

—Para eso querías que te pres-

Ella acercó su mirada y se dio cuenta de que era un dibujo de ella, justo como estaba hace un rato, con la mano sujetando su rostro y muy atenta a lo que el profesor decía.

—Podría hacerlo sin necesidad de mirarte, me sé tu rostro de memoria. —mencionó el muchacho.

—N-no sabía que hacías retratos...

—Ya casi no dibujo, sólo lo hago cuando algo me gusta mucho.

Los dos se quedaron mirando fijamente.

"Por qué se siente extraño?"

"Por qué siengo algo tan extraño con él?"

𝐴𝑚𝑜𝑟𝑡𝑒𝑛𝑡𝑖𝑎 - 🇵🇪 ִֶָ 🇦🇷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora