Capitulo 37

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Terminó de contarle todo y no deja de verme cruzada de brazos

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Terminó de contarle todo y no deja de verme cruzada de brazos.

Prima querida.

Juro que no te comprendo.

- ¿Quieres que diga lo que pienso o lo que deseas escuchar? - Interrogó con esa mirada de superioridad.

- Sé sincera.

- Jacob te llama la atención y a pesar que digas que no te gusta te estás mintiendo - Pronuncio alzando sus cejas.

- Eso no es cierto, es solo mi amigo.

-Te estás negando tal cual como lo hacías por Aidan.

- Oh por favor no - Negué horrizada.

- A el también le gustas así que no veo el problema - Menciono riéndose un poco.

- Que no me gusta.

- Sigue engañando te pero sé que tarde o temprano se te declarará - Pronuncio tan segura de mi misma.

-¿Te hago recordar que con la justa puedo con Bestia?

- Siento que lo tuyo con el pronto acabará, el ya no te da motivos para seguir y sabes que te mereces algo mejor Amber.

- Yo se que eso va a pasar.

- Siempre pensé que tú te alejarias de el por completo por tu amor propio, pero no porque existiera alguien más.

- Le tengo mucho cariño - Solté de golpe.

- Te hago recordar que tú misma dijiste, que cuando permitas que un hombre te toque es porque estás perdiendo el miedo - Puntualizó acomodándose mejor en el sillón.

- Estás utilizando mis palabras para atacarme - Me defendí - Que feo.

- Solo te estoy diciendo la verdad.

- Eso no es cierto.

- ¿Por que permitiste que el te abrace? - Interrogó - Y no me vengas que es por amistad, porque ni a tus amigos les permites eso.

Touche.

- No empieces.

- Tu sabes la respuesta otro tema muy distinto es que te niegas.

Y la mire como si fuera una tremenda mentirosa.

- Eres imposible.

- Gracias.

En el momento menos esperado aparece Magui moviendo su colita en mi dirección.

- Magui - Le grité dándole palmaditas que se suba al mueble a mi lado.

Y me hizo caso.

Dio un salto mortal y ahora está a mi lado.

Me puse a jugar un buen rato con ella, digamos que amo mucho a los perros. Aparte todavía es cachorra y tiene unas pilas para correr sin parar.

Coloreando el arcoiris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora