Capitulo 4

114 18 21
                                    

Para ti que aún crees en el amor a pesar que no tuvieras una experiencia bonita.

Pero sobre todo a ti que das amor sin esperar nada a cambio.


Fue sencillo salir de la casa de mimi, ella sabe que regresaré como acordamos y que esté tranquila.

Estoy de nuevo aquí.

En el mismo callejón al que solíamos venir siempre.

Muchos recuerdos se me vinieron a mí mente.

Sonreia de manera triste.

Por que se que todo fue un espejismo y una farsa.

Solo apúrate por dios.

Mire mí celular y le escribí que era un imbécil y que mueva su trasero ya.

Y como si el destino supiera que ya estaba un poco enojada el aparece caminando hacia mí dirección.

Y pensar que yo antes lo veía sonriendo y saltando en su encima para abrazarlo y besarlo.

Cómo cambiaron los papeles de la situación.

El se acercó hasta estar en frente mío.

—Hola vamos al mismo lugar ¿No? —Me pregunto con duda a lo cual solo le asentí y fuimos hacia ese lugar.

¿Que si esto era incómodo?

Claro que si.

Nadie decía nada.

Miraba cualquier punto menos a él.

Cuando el pidió las llaves de la habitación no podía de dejar de decirme que esto era una muy mala idea,pero ya no había una vuelta atrás.

Ya estamos aquí.

No puedo irme como cobarde.

Oh claro que no.

Ese papel se lo dejo a el,no a mí.

Cuando estuvimos en la habitación,no sabía cómo rayos empezar.

¿Debía de comenzar por eso?

Si,es lo mejor porque desde allí si se que decir.

—Dime que era lo que debías de decirme Amber —Me pidió sin rodeos sentado en la cama con los brazos cruzados.

A lo cual me senté a su costado y mire a cualquier punto menos a él.

—Lo perdí hace días y se que no te importa pero no iba a callarme —El iba a decirme algo y lo interrumpí —Y no te atrevas a hablar sobre un dolor que tu no has vivido,porque no te lo voy a permitir.

—¿Que?

—Lo sabía.

—¿Que cosa?

—Que me darías respuestas vacías.

—¿Que esperas que te diga? —Me pregunto —Te acostaste con otro aquí mismo y encima me mandaste saludos con la recepcionista y toda mí familia se enteró de esto —Me gritó —Me dejaste en ridículo.

—¿Y? —Contesté —Y si pudiera volverlo a repetir lo haría.

—Eres una cualquiera.

—¿Por qué? porque te las devolví —Me empecé a reír.

—¿Sabes cuánto me costó volver a venir aquí nuevamente?

—Y accediste a venir aquí para darles a entender a todos que puedes volver a tenerme.

Coloreando el arcoiris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora