Me gustas. |MAKI x OC|

CAPÍTULO XXV - NUESTRO FUTURO

Nueve meses más tarde...

En el hospital, el ambiente estaba cargado de tensión y emoción. Kai estaba en la sala de espera, caminando de un lado a otro con una ansiedad palpable en el aire. Sus amigos más cercanos estaban allí para apoyarlo: Yuji, Megumi, Nobara, Panda, Toge, Miwa, Momo, Hakari, Kirara y Utahime con sus mellizos.

Todos observaban a Kai, el chico continuaba caminando mientras mordía sus uñas, los mejillos se miraron entre ellos y asintieron, intentando encontrar una forma de calmarlo, la niña se puso de pie y caminó hacía el.

-Tío Kai-, dijo la niña mientras observaba como Kai le sonreía y se agachaba frente a ella.

-Dime preciosa-, le respondió el joven adulto a la niña tratando de parecer tranquilo.

La niña sonrió un poco y extendió sus brazos hacía su "tío", -¿Me cargas?-, expresó la pequeña mientras miraba a Kai con ojos tristes.

Todos se dieron cuenta de la maravillosa estrategia de distracción que era esa acción de la niña, -Claro, ven aquí-, dijo Kai mientras cargaba a la niña con cuidado.

Kai tomó a la niña entre sus brazos y comenzó a jugar un poco con ella, todos prestaban atención a la interacción, viendo como Kai se calmaba poco a poco...

Después de unos cuantos minutos la niña se durmió, Kai se la regreso a Utahime mientras sonreía, todos veían que Kai ahora se encontraba un poco más calmado, sin embargo Megumi tenía una pregunta que le regresaría todo el nerviosismo a Kai, -¿Será niña o niño?-.

Todos giraron en dirección a Megumi asesinandolo con la mirada, Kai por su parte recordó su nerviosismo anterior y volvió a su actitud de hace unos minutos, -No lo sé...-, dijo a medias, -Decidimos no hacer revelación de género, queríamos que fuera una sorpresa-, menciono con una sonrisa.

Kai logró calmarse un poco mientras imaginaba su futuro junto a su hij@,mientras miraba en dirección a la niña durmiendo y su hermano expresó, -Aunque supongo que no me importaría que sea-.

Megumi sonrió y los demás lo dejaron de mirar de odio, -Estoy seguro que serás un grandioso padre Kai-, soltó el joven pelinegro mientras sonreía en dirección al joven Chino.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el doctor salió de la sala de parto con una sonrisa tranquilizadora.  -Señor Kai, el bebé ya nació-.

Kai se quedó congelado por un momento, sintiendo una oleada de emociones mientras seguía a el doctor hasta la sala de maternidad. Maki, agotada pero radiante, estaba recostada en la cama con el bebé, su hijo recién nacido, en brazos.

-Es un niño-, dijo la peliverde con un tono cansado mientras sonreía.

El bebé tenía los ojos dorados característicos de Maki. Estaba envuelto en una manta y dormía pacíficamente. Kai se acercó con cuidado, su corazón se desbordaba de amor y orgullo al ver a su hijo por primera vez.

-Hola, Jiang-, dijo Kai, su voz temblando un poco. -Bienvenido al mundo-.

Maki se sorprendió al ver que su esposo ya había escogido un nombre para el bebé, -¿Escogiste un nombre sin mí?-.

Kai se paralizó, -¿No era el trato?-, tomó aire el joven y continuó, -Si era una niña tu escogerías el nombre-.

Maki comenzó a reir levemente, -Cierto-, dijo entre risas. -Pero... ¿por qué Jiang?-.

Kai besó a su esposa en la frente, -Se lo prometí a alguien... tenemos un niño precioso, ¿no?-.

Maki le sonrió, asientiendo con los ojos llenos de lágrimas de felicidad.