Carta ocho.

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Querida adolescente asustada,

Llevabas un vestido largo y azul, era nuestro baile de graduación. Habíamos terminado la preparatoria, estaba orgulloso de nosotros. Tu acompañante te seguía a todas partes, sus ojos brillaban con algo difícil de descifrar. Sonreía demasiado, no obstante, cabe decir que la felicidad no coloreó tus mejillas hasta que el quinto trago de alcohol recorrió tu garganta y acabó con tus problemas. Nunca antes te había visto de aquella manera, danzabas con el mismo entusiasmo que cuando eras más pequeña. La fiesta se alargó, alguien entre los estudiantes propuso su casa. Reías a carcajadas mientras él exploraba tu cuerpo con sus manos, comenzó a besarte con brusquedad. La realidad te golpeó con fuerza cuando sus dedos se colaron por debajo de la tela, iniciaste a mostrar resistencia. Aquella escena me recordó a tus padres y, mientras le pedias a gritos que se detuviese, puedo apostar a que el mismo pensamiento te llenó de desesperación. Te abofeteó el rostro y yo rompí el suyo, ¿algo justo, no lo crees? Después huiste de allí, y me vi obligado a seguirte. Aquel día me dijiste que tenías miedo, que te encontrabas sola, que ya no creías poder continuar. Me di cuenta de que, sin importar lo que aparentaras, estabas realmente aterrada de la vida. Te abracé con fuerza, te dije que no había a qué temerle. El cielo puede tornarse grisáceo, la niebla empañará nuestro camino hacia el mañana. Fracasar es normal, mi cielo. Debes de recordar que el sol saldrá tras la tormenta y que, la sofocadora neblina, pronto se disipará. Te ofrecí mi mano y la tomaste, aceptaste ayuda por primera vez en mucho tiempo. Ya no estabas completamente sola, me tenías a mí.

Con amor, el joven de esmoquin.

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Inspirada en A Little Too Much de Shawn Mendes, mi canción favorita de mi cantante favorito^^.

Quería agradecerles por leer y decirles que cambiaré el título de la historia a "Con amor, Kenneth" ya que ese es el nombre de nuestro protagonista anónimo. Probablemente lo cambie mañana y ahora sólo les faltará adivinar el nombre de su enamorada.

Un abrazo, adiós.

Con amor, KennethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora