"Dos Almas Guerreras" [Goku x Caulifla]

"Un Nuevo Comienzo"

El sol empezaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. La tierra donde habían peleado Goku y Caulifla aún mostraba las cicatrices de la batalla, pero la tensión en el aire había disminuido. Kale, agotada, permanecía junto a Caulifla, mientras Goku observaba a ambas con una sonrisa serena en su rostro.

"Bueno, fue una buena pelea, ¿verdad?" comentó Goku, acercándose a ellas. "Tienes un poder increíble, Caulifla. Y tú también, Kale."

Caulifla, aún sintiendo la emoción del combate en su sangre, respiró profundamente antes de asentir. "Sí, pero todavía no he terminado contigo, Goku. Algún día te superaré, y lo sabes."

Goku soltó una risa ligera, siempre admirando el espíritu de lucha de Caulifla. "Espero que lo hagas. Me encantaría ver hasta dónde puedes llegar."

A pesar de la confianza en sus palabras, Caulifla no podía ignorar el tumulto en su pecho. Esa sensación que había estado creciendo dentro de ella cada vez que Goku le sonreía, cada vez que intercambiaban golpes o se lanzaban miradas durante la pelea. No era solo rivalidad, no era solo admiración. Era algo más profundo y más confuso.

Kale, sintiendo la tensión entre ambos, observó en silencio. Sabía que había algo especial entre Caulifla y Goku, aunque no comprendía completamente lo que era. Sin embargo, la rabia que antes había sentido se había desvanecido. Ahora, lo único que deseaba era estar al lado de Caulifla, apoyar su crecimiento y estar presente para ella, sin importar lo que pasara.

"Caulifla," dijo Kale en voz baja, llamando la atención de su amiga. "Estás bien, ¿verdad?"

Caulifla miró a Kale y asintió, dándole una palmada en el hombro. "Claro que lo estoy. Solo... hay cosas que aún tengo que entender."

Goku, sin ser consciente de las emociones en juego, volvió a hablar con su tono despreocupado. "¿Entonces? ¿Vamos a comer algo? Tengo hambre después de tanta pelea."

Caulifla lo miró con incredulidad, pero no pudo evitar reír. "¡Siempre pensando en comida, Goku! Aunque... no es una mala idea. Después de esta pelea, creo que también me vendría bien."

Kale asintió tímidamente. "Yo también tengo un poco de hambre."

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Más tarde, en un pequeño restaurante improvisado cerca de la zona de combate...

Los tres se sentaron alrededor de una mesa llena de platos repletos de comida. Goku, como era su costumbre, devoraba todo a su alcance, mientras Caulifla y Kale comían de manera más moderada. Sin embargo, el ambiente era relajado, casi familiar, como si los eventos recientes hubieran fortalecido el vínculo entre ellos.

Caulifla, después de observar en silencio a Goku comer por un rato, finalmente decidió hablar. "Oye, Goku... tengo que preguntarte algo."

Goku, con la boca llena de comida, la miró con curiosidad. "¿Eh? ¿Qué pasa?"

Caulifla vaciló un segundo, sin saber cómo poner en palabras lo que había estado sintiendo. "¿Por qué eres así? Siempre tan despreocupado, siempre peleando y sonriendo, como si nada más te importara. Pero... cuando luchamos, hay algo en ti que me desconcierta. No es solo que seas fuerte, es como si te importara algo más que solo pelear."

Goku, tragando el último bocado de su comida, la miró con su clásica sonrisa, aunque sus ojos mostraban una comprensión más profunda. "Bueno, Caulifla, pelear es algo que me encanta. Pero no es solo pelear por pelear. Lo que más me gusta es ver cómo las personas mejoran, cómo se superan a sí mismas. Y tú... tienes algo especial. Peleas con tu corazón, no solo con tus puños. Es eso lo que me motiva."

Caulifla se quedó en silencio por un momento, sorprendida por la honestidad de Goku. Nunca lo había visto tan claro. Peleaba para superarse, para ser la más fuerte, pero escuchar a Goku decir que había algo más la hizo cuestionarse a sí misma. ¿Era solo la pelea lo que la motivaba? O, como Goku había insinuado, ¿había algo más en juego, algo más que simplemente ser la mejor?

Kale observaba en silencio, pero por primera vez no se sentía desplazada. Sabía que el vínculo entre Caulifla y Goku era fuerte, pero también sabía que Caulifla siempre estaría ahí para ella.

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La noche cayó sobre ellos mientras la conversación continuaba.

Después de comer, los tres decidieron caminar por la zona, disfrutando del aire fresco. La tranquilidad del entorno contrastaba con la intensidad de la batalla que había tenido lugar horas antes.

"Sabes, Goku," dijo Caulifla, mientras caminaban uno al lado del otro, "he aprendido mucho de ti. No solo sobre pelear, sino sobre mí misma. Nunca pensé que alguien pudiera hacerme cuestionar por qué hago las cosas."

Goku la miró con una sonrisa sincera. "Es lo que pasa cuando peleas de verdad. Aprendes más sobre ti mismo que sobre tu oponente."

Caulifla asintió, pensativa. "Quiero seguir mejorando, pero no sé si se trata solo de ser la más fuerte. Tal vez se trata de encontrar algo más, algo que ni siquiera yo entiendo todavía."

Goku la miró con seriedad por un momento, algo raro en él. "No te preocupes, Caulifla. Si sigues peleando, lo descubrirás. Y si necesitas ayuda, estaré aquí para lo que necesites."

Caulifla se detuvo por un segundo, sorprendida por la sinceridad de Goku. Ese Saiyajin despreocupado, que parecía no preocuparse por nada más que pelear y comer, de repente parecía más profundo de lo que ella había imaginado.

"Gracias, Goku," dijo Caulifla en voz baja, casi sin darse cuenta.

Kale, que caminaba detrás de ellos, sonrió para sí misma. Sabía que Caulifla estaba encontrando algo importante en su relación con Goku, pero también estaba segura de que, pase lo que pase, ella siempre estaría a su lado.

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El tiempo pasó, y la noche se volvió silenciosa.

Después de su largo día, los tres decidieron regresar a sus respectivos mundos, pero algo había cambiado en el aire. No era solo la batalla, ni la amistad, sino la sensación de que nuevas posibilidades se estaban abriendo ante ellos.

Caulifla, mientras observaba a Goku volar hacia su propio destino, supo que ese no sería el último encuentro. Había más batallas que luchar, más verdades que descubrir, y, quizás, más sentimientos que enfrentar.

Continuará...