"El Último Desafío"

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El tiempo de paz había sido breve, pero intenso. Goku y Caulifla, ahora casados, habían fortalecido aún más su vínculo, no solo como guerreros, sino también como compañeros de vida. Sin embargo, la amenaza de la entidad oscura que Zahir había advertido aún estaba presente. La tranquilidad que habían experimentado solo era un preludio de la batalla más grande que jamás enfrentarían.

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La entidad oscura finalmente había llegado al universo. Su presencia era palpable, y su energía oscura envolvía cada rincón del cosmos, distorsionando la realidad misma. Zahir, Goku, Caulifla, Vegeta y los demás Guerreros Z se reunieron en el Templo Sagrado, donde Dende les había permitido concentrarse y planificar su próximo movimiento.

"Es ahora o nunca," dijo Zahir con seriedad. "Esta entidad es más poderosa de lo que imaginé. No será una batalla fácil, pero si trabajamos juntos, hay una pequeña posibilidad de que podamos detenerla."

Caulifla, siempre valiente, apretó los puños con determinación. "Ya hemos superado cosas imposibles antes. Esto no será diferente."

Goku, por su parte, sonrió con esa confianza inquebrantable que lo caracterizaba. "Vamos a darle nuestro mejor golpe. No importa lo fuerte que sea, si luchamos juntos, podemos vencerlo."

Vegeta, cruzado de brazos, soltó un resoplido. "Hmpf. Solo asegúrate de no quedarte atrás, Kakarotto."

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La entidad se manifestó en los cielos como una colosal figura hecha de pura oscuridad, con múltiples ojos brillando como estrellas muertas. Sus rugidos resonaban por todo el universo, sacudiendo planetas y galaxias. Era una amenaza que devoraba la misma esencia de la vida, alimentándose de todo lo que encontraba a su paso.

Los Guerreros Z se lanzaron al campo de batalla. Goku, Caulifla, Vegeta, Zahir, Gohan, Piccolo, y todos los demás luchaban con todas sus fuerzas. Los ataques combinados de Goku y Caulifla eran una muestra de la fuerza de su unión. Sus movimientos estaban perfectamente sincronizados, golpeando al monstruo con una precisión devastadora.

Sin embargo, a pesar de todos sus esfuerzos, la entidad parecía ser imparable. Absorbía sus ataques, haciéndose más fuerte con cada intento de dañarla.

Zahir, al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, gritó: "¡No podemos vencerlo con fuerza bruta! ¡Debemos encontrar su núcleo de poder!"

Goku, aunque sudando y agotado, gritó a los demás: "¡Concentrémonos en su núcleo! ¡Zahir tiene razón!"

Todos los guerreros cambiaron de táctica, centrando sus ataques en el corazón oscuro de la entidad, un punto brillante en su pecho que pulsaba con una energía malévola.

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A medida que la batalla alcanzaba su punto álgido, Zahir comenzó a notar algo. Su propia energía estaba entrelazada con la de la entidad, y comprendió lo que debía hacer. Su rostro se oscureció con la certeza de lo que vendría.

"Solo hay una manera de detener esto," murmuró para sí mismo. Sin decir nada a los demás, Zahir cargó hacia el núcleo de la entidad, canalizando toda su energía oscura en un ataque final.

Caulifla lo notó primero. "¡Zahir, espera! ¡¿Qué estás haciendo?!"

Pero Zahir no se detuvo. Con un grito desgarrador, se lanzó directamente hacia el núcleo, fundiéndose con la oscuridad que lo había consumido durante tanto tiempo. En el último segundo, giró hacia Goku y Caulifla, y con una sonrisa triste, dijo: "Gracias por darme una razón para luchar. Cuídense."

La explosión que siguió fue tan grande que sacudió el mismo tejido del espacio y el tiempo. La entidad gritó en agonía mientras su núcleo era destruido desde adentro. Con la desaparición de Zahir, la oscuridad comenzó a disiparse, y la entidad colapsó en sí misma, reduciéndose a nada más que polvo estelar.

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Cuando el polvo se asentó, los Guerreros Z flotaban en el cielo, agotados pero victoriosos. La amenaza había sido eliminada, pero a un costo alto. Goku miró el espacio vacío donde Zahir había caído, sintiendo una mezcla de tristeza y gratitud. "Zahir... Lo hiciste. Gracias."

Caulifla, con su habitual coraje, se acercó a Goku y le puso una mano en el hombro. "Era un buen tipo. Peleó hasta el final, como un verdadero guerrero."

Vegeta, aunque no lo admitía fácilmente, respetaba el sacrificio de Zahir. "Al final, no era tan inútil como parecía."

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De regreso en la Tierra, la vida lentamente comenzó a regresar a la normalidad. Goku y Caulifla continuaron su entrenamiento, más unidos que nunca. A pesar de las dificultades y las pérdidas que habían sufrido, sabían que siempre habría nuevos desafíos, pero enfrentarlos juntos les daba una nueva fuerza.

Un día, mientras contemplaban el atardecer desde su hogar en la Montaña Paoz, Goku tomó la mano de Caulifla y le dijo con una sonrisa suave: "No importa lo que venga, siempre estaremos juntos."

Caulifla sonrió, apoyando su cabeza en el hombro de Goku. "Eso es seguro. Somos Saiyajins, ¿no? No hay nada que no podamos enfrentar."

Y así, mientras el sol se ponía, sabían que, aunque el futuro seguiría trayendo nuevas aventuras y desafíos, habían encontrado en el otro no solo un compañero de batalla, sino también el amor y la fuerza para enfrentar cualquier cosa que el destino les pusiera por delante.

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Fin...

"Dos Almas Guerreras" [Goku x Caulifla]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora