Era una tarde tranquila en la Montaña Paoz. Goku y Caulifla se encontraban sentados sobre una gran roca, contemplando el atardecer después de un largo día de entrenamiento. Ambos disfrutaban de esos momentos, donde las palabras no eran necesarias, y la simple presencia del otro era suficiente.
Goku, después de mucho pensarlo, sintió que era el momento adecuado. Miró a Caulifla con una sonrisa genuina, sintiendo la paz que ella le brindaba. "Caulifla, he estado pensando en algo desde hace un tiempo."
Ella lo miró de reojo, levantando una ceja, curiosa. "¿Ah sí? ¿Y de qué se trata?"
"Bueno... sé que todo ha sido una locura últimamente, con Zahir, la entidad oscura y todo lo que hemos enfrentado, pero contigo... me siento en paz. Quiero que estemos juntos siempre, sin importar lo que pase." Goku hizo una pausa, poniéndose de pie y mirándola a los ojos. "Caulifla... ¿te casarías conmigo?"
Caulifla lo miró sorprendida, sin saber qué decir al principio. El matrimonio no era algo en lo que alguna vez hubiera pensado, pero con Goku, todo parecía natural. Era un guerrero como ella, pero también alguien que había despertado en ella emociones que jamás imaginó sentir. Tras unos segundos de silencio, una sonrisa traviesa apareció en su rostro.
"¿Casarnos, eh? Supongo que no está mal la idea... Después de todo, somos un buen equipo." Luego, su sonrisa se suavizó, mostrando un lado más vulnerable que solo Goku había visto. "Sí, Goku... me casaría contigo."
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La noticia corrió rápido entre los Guerreros Z. Bulma, siempre dispuesta a encargarse de los detalles, se ofreció a organizar todo para la boda, insistiendo en que debía ser un evento memorable. Vegeta, aunque inicialmente pensó que era ridículo que los Saiyajins se preocuparan por cosas como una boda, no pudo evitar sentir cierta curiosidad al ver a Goku y Caulifla tomar esta decisión.
Incluso Kyabe, aunque ligeramente confundido por las costumbres de la Tierra, estaba emocionado por sus compañeros. Mientras tanto, Zahir, aunque reservado, parecía intrigado por el concepto de matrimonio, ya que en su universo no existía tal tradición.
Bulma organizó la boda en su enorme jardín, adornado con hermosas flores y una decoración sencilla pero elegante. Todos los amigos de Goku fueron invitados, incluyendo a Krillin, Piccolo, Videl, y por supuesto, los hijos de Goku, Goten y Gohan, quienes no podían creer lo que estaba ocurriendo.
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El día de la boda llegó rápidamente. Caulifla, aunque no era alguien que disfrutara de vestidos y formalidades, había aceptado ponerse un sencillo vestido blanco, que aunque modesto, resaltaba su fuerza y belleza. Bulma había insistido en algunos toques femeninos, pero respetó el estilo rebelde de Caulifla.
Por su parte, Goku llevaba una vestimenta tradicional Saiyajin, que combinaba con su carácter y legado. Estaba nervioso, algo raro en él, pero también emocionado de empezar esta nueva etapa con alguien que lo entendía como guerrero y como persona.
El lugar estaba lleno de amigos y aliados. Bulma, emocionada por ser parte de este momento, se encargó de cada detalle. Piccolo estaba en una esquina, observando con su habitual expresión seria, pero internamente contento por Goku. Vegeta, por su parte, cruzado de brazos, lo observaba con una mezcla de orgullo y desconcierto.
Cuando Goku vio a Caulifla acercarse hacia él, con esa mezcla de determinación y belleza que siempre había admirado, supo que había tomado la decisión correcta.
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El maestro de ceremonias, sorprendentemente, era el Maestro Roshi, quien había insistido en ser parte del evento, aunque todos sabían que sus intenciones no eran del todo inocentes. Sin embargo, Goku había aceptado, riendo ante la idea de que su viejo maestro tuviera este honor.
Roshi se aclaró la garganta y comenzó. "Estamos aquí hoy, no solo para ver cómo dos Saiyajins poderosos unen sus fuerzas, sino también para presenciar algo mucho más especial. Hoy, Goku y Caulifla unen no solo sus poderes, sino sus corazones."
Caulifla, aunque no era alguien que se emocionara fácilmente, sintió que algo en su corazón se ablandaba mientras escuchaba las palabras. Goku, con su típica sonrisa, simplemente miraba a Caulifla como si el mundo entero desapareciera.
"Goku, ¿aceptas a Caulifla como tu compañera en la vida, para luchar junto a ella y protegerla, así como ella a ti?"
Goku, sin dudarlo, asintió. "¡Claro que sí!"
"Caulifla," continuó Roshi, "¿aceptas a Goku como tu compañero, para luchar a su lado y enfrentarse a cualquier desafío que venga?"
Caulifla sonrió con su habitual confianza. "Lo acepto. ¡Será un honor pelear a su lado!"
Y con esas palabras, Roshi los declaró marido y mujer, y antes de que terminara la frase, Caulifla ya había tirado de Goku hacia ella para un beso, arrancando aplausos y vítores de todos los presentes.
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La fiesta fue una celebración como ninguna otra. Goku, Caulifla y todos sus amigos disfrutaron de comida, risas y buenos momentos. Incluso Vegeta terminó participando, aunque con un gesto desdeñoso, en las bromas de los demás. Goten y Trunks causaron estragos como siempre, mientras Gohan y Videl miraban con cariño la felicidad de su padre.
Zahir, observando todo desde la distancia, sonrió levemente. Aunque sabía que pronto tendrían que volver a concentrarse en la amenaza que se cernía sobre ellos, por ahora, era un momento de paz. Un momento para recordar que incluso en tiempos oscuros, siempre hay lugar para la alegría y el amor.
Goku y Caulifla, ahora casados, sabían que su viaje apenas comenzaba. Con nuevos desafíos por delante y un enemigo poderoso acercándose, estaban listos para enfrentarlo todo... juntos.
Continuará...
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"Dos Almas Guerreras" [Goku x Caulifla]
Roman d'amourDespués de la derrota de Jiren y el regreso de la paz a los universos, Goku no puede olvidar a una guerrera en particular: Caulifla, la Saiyajin del Universo 6. Mientras tanto, Caulifla siente una admiración creciente por el Saiyajin que la venció y...