"La Traición Silenciosa"

24 3 0
                                    

El amanecer se filtraba suavemente por las ventanas de la casa de Goku, iluminando la tranquilidad del campo que rodeaba su hogar. Sin embargo, algo en el aire se sentía diferente para él. Había pasado semanas tratando de reencontrar el equilibrio entre su vida de luchador y su familia, luego de su conversación con Chi-Chi sobre su compromiso con ellos. A pesar de todo, una sensación inquietante había comenzado a crecer dentro de él, como una sombra que no podía ignorar.

Esa mañana, después de despedirse de Goten, quien iba a entrenar con Trunks, Goku decidió caminar por los alrededores. Necesitaba despejar su mente, algo que hacía a menudo, pero esta vez no podía sacudirse la sensación de que algo estaba fuera de lugar.

Mientras caminaba, comenzó a recordar ciertos momentos con Chi-Chi, pequeños detalles que antes había ignorado o pasado por alto. Últimamente, ella parecía más distante, más reservada, como si ocultara algo. Al principio, había pensado que era solo el cansancio o el estrés de su vida cotidiana, pero ahora se preguntaba si había algo más profundo.

Goku no era el más observador cuando se trataba de asuntos emocionales, pero esta vez, su instinto Saiyajin le decía que algo estaba mal. Fue entonces cuando, al volver hacia la casa, notó que Chi-Chi no estaba allí. Era raro que saliera tan temprano sin decirle nada. Decidido a averiguar más, Goku comenzó a seguir su energía, algo que nunca había sentido la necesidad de hacer antes.

---

Horas más tarde...

Después de un rato siguiendo la firma de energía de Chi-Chi, Goku se encontró en un lugar apartado, lejos de su hogar. El entorno era tranquilo, casi pacífico, pero su corazón latía con fuerza, anticipando lo que estaba por descubrir.

A lo lejos, vio una pequeña cabaña cerca de un arroyo. Goku podía sentir la energía de Chi-Chi, pero también algo más. Era otra presencia, alguien que él no reconocía. Curioso y preocupado, se acercó con sigilo, manteniendo su ki bajo para no ser detectado.

Al llegar a la cabaña, escuchó voces desde adentro. La voz de Chi-Chi era clara, pero había algo en su tono, una suavidad que Goku no recordaba haber escuchado antes. Y luego, la otra voz, un hombre. Goku no podía creer lo que estaba oyendo. Se acercó a una ventana, y lo que vio lo dejó helado.

Dentro de la cabaña, Chi-Chi estaba sentada cerca de un hombre, alguien que Goku no reconocía. Estaban conversando en voz baja, pero la intimidad entre ellos era innegable. Las miradas, los gestos, la cercanía... Todo indicaba algo que Goku jamás había imaginado.

"No podemos seguir así, Chi-Chi. Tarde o temprano, él lo descubrirá," dijo el hombre, con preocupación evidente en su rostro.

Chi-Chi suspiró, bajando la mirada. "Lo sé, pero Goku... Goku siempre está en su propio mundo. Nunca me presta atención. Siempre está ocupado con sus peleas, con su entrenamiento. No sé cómo explicarlo, pero hace tanto que dejé de sentirme como su esposa."

Las palabras de Chi-Chi resonaron en los oídos de Goku como una bofetada. Sintió cómo el suelo desaparecía bajo sus pies. A pesar de todos sus esfuerzos por ser mejor esposo y estar más presente, nada de eso había sido suficiente. Había estado tan concentrado en pelear, en entrenar, que había perdido de vista lo que sucedía justo frente a él.

El hombre tomó la mano de Chi-Chi. "Mereces más que eso. Mereces a alguien que te valore, que te vea, no solo como la esposa de un guerrero, sino como la increíble mujer que eres."

Chi-Chi no respondió de inmediato, pero no apartó la mano. Goku, al ver esto, sintió una mezcla de furia, tristeza y traición que nunca había experimentado antes. ¿Cómo podía ser posible? ¿Cómo había llegado a esto? ¿Había estado tan cegado por su deseo de volverse más fuerte que no se había dado cuenta de que estaba perdiendo a su propia esposa?

---

De vuelta en casa...

Goku voló de regreso a su hogar a una velocidad que no había utilizado en años, el viento rugiendo a su alrededor mientras intentaba procesar lo que acababa de descubrir. Su mente era un torbellino de pensamientos. Cada conversación con Chi-Chi, cada vez que ella había mostrado preocupación por su ausencia, ahora tenía un nuevo significado.

Al llegar, Goku se sentó en silencio en el comedor, su mente aún tratando de asimilar lo que había visto. Su mundo, su vida con Chi-Chi, había sido destruido en cuestión de minutos. Había luchado contra los guerreros más fuertes del universo, había enfrentado desafíos imposibles, pero esto... esto era diferente. Era una batalla interna que no sabía cómo librar.

Cuando Chi-Chi regresó más tarde ese día, la tensión en el aire era palpable. Goku la observó entrar por la puerta, actuando como si nada hubiera sucedido. Pero él lo sabía. Sabía la verdad.

"Goku, ¿estás bien?" preguntó Chi-Chi al notar su silencio inusual. Ella se acercó, pero él se mantuvo quieto, con los ojos fijos en el suelo.

"Chi-Chi..." comenzó Goku, con la voz más tranquila de lo que esperaba, pero con una intensidad que hacía temblar el aire a su alrededor. "¿Por qué?"

Chi-Chi se detuvo en seco, el color abandonando su rostro. "¿De qué hablas, Goku?"

Él levantó la mirada, y en sus ojos había una mezcla de dolor y decepción. "Lo vi todo. Te seguí hoy. Vi a ese hombre... y escuché lo que dijiste."

El silencio que siguió fue ensordecedor. Chi-Chi, incapaz de ocultar más la verdad, bajó la mirada. Sabía que no había excusa, pero también sabía que Goku nunca había entendido completamente lo que ella necesitaba.

"Goku..." susurró Chi-Chi, con lágrimas en los ojos. "No quería que lo descubrieras así. Pero... me siento tan sola. Tú siempre estás lejos, siempre pensando en tus peleas. Yo... yo solo quería sentirme importante, querida."

Las palabras golpearon a Goku con fuerza. Sabía que Chi-Chi tenía razón en cierto modo. Había estado ausente emocionalmente durante años. Pero eso no hacía menos dolorosa la traición.

"Siempre pensé que estaba haciendo lo correcto... entrenando, protegiendo a la Tierra, volviéndome más fuerte por nuestra familia," dijo Goku, con la voz rota. "Pero ahora me doy cuenta de que no estuve aquí cuando realmente importaba."

Chi-Chi no pudo contener más las lágrimas. "Lo siento, Goku. Lo siento tanto. Pero no sabía cómo decírtelo."

Goku se levantó lentamente, el peso de lo que acababa de descubrir aplastándolo. "Chi-Chi, yo... no sé qué hacer. No sé si puedo arreglar esto."

Con esas palabras, Goku salió de la casa, dejando atrás a una Chi-Chi destrozada y a un hogar que ahora se sentía completamente vacío. Voló hacia el cielo, buscando respuestas que no sabía si podría encontrar.

Continuará...

"Dos Almas Guerreras" [Goku x Caulifla]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora