"Los Celos del Guerrero"

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Un día, mientras Goku y Caulifla entrenaban en los vastos campos de la Tierra, sintieron una energía que se acercaba rápidamente. Goku reconoció la energía al instante. "¿Kyabe?" murmuró, mirando hacia el cielo.

Kyabe descendió frente a ellos, su expresión emocionada al ver a sus compañeros Saiyajins. "¡Caulifla! ¡Goku! Hace tiempo que no los veo," dijo con una sonrisa amplia.

Caulifla lo saludó con una palmada en la espalda. "¡Kyabe! ¿Qué haces aquí?"

El joven Saiyajin parecía nervioso por un momento, pero su sonrisa no desapareció. "Solo quería ver cómo estaban. He estado entrenando mucho desde nuestra última pelea y quería ver si podría aprender algo nuevo de ustedes."

Goku le devolvió la sonrisa, pero notó algo diferente en la manera en que Kyabe miraba a Caulifla. Había algo en su mirada que lo incomodaba, aunque no podía decir exactamente qué era. Tal vez era el hecho de que Kyabe parecía más ansioso de lo normal en su presencia, o tal vez era la manera en que sus ojos brillaban cada vez que Caulifla hablaba o sonreía.

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Con los días, Kyabe se unió a sus entrenamientos, pero Goku no podía dejar de notar cómo el joven Saiyajin parecía estar más interesado en Caulifla que en cualquier otra cosa. Cada vez que Caulifla hablaba, Kyabe estaba atento, siguiéndola con la mirada, y cuando Caulifla lo corregía o le daba un consejo, Kyabe sonreía de una manera que hizo que algo se revolviera en el interior de Goku.

Era una sensación extraña para él. Nunca había sentido celos antes, o al menos, no de esta manera. No era solo que Kyabe admirara a Caulifla; era más que eso. Goku podía sentirlo. Kyabe estaba enamorado de ella.

Al principio, Goku intentó ignorarlo. Después de todo, no tenía derecho a interponerse en lo que Kyabe pudiera sentir. Sin embargo, cada vez que los veía interactuar, cada sonrisa de Kyabe dirigida a Caulifla, cada risa que compartían, Goku sentía una punzada de algo desconocido, algo que lo molestaba.

Durante una sesión de entrenamiento, Goku se detuvo y observó cómo Kyabe y Caulifla intercambiaban golpes. Caulifla lo felicitó por su progreso, y Kyabe sonrió ampliamente, ruborizándose un poco. Fue en ese momento que Goku lo sintió con fuerza: los celos.

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Esa noche, después de una larga jornada de entrenamiento, Goku se quedó a solas con Caulifla cerca de un río, mientras Kyabe se había ido a descansar. El Saiyajin del Universo 7 se sentía inquieto, algo que no era común en él. Caulifla, por su parte, lo notó de inmediato.

"¿Qué te pasa, Goku? Has estado raro todo el día," comentó ella, sentándose en una roca mientras bebía un poco de agua.

Goku, aún sintiendo esa incomodidad en su pecho, la miró con seriedad. "Es Kyabe."

Caulifla arqueó una ceja, intrigada. "¿Kyabe? ¿Qué pasa con él? Está entrenando duro, como siempre."

Goku suspiró, rascándose la cabeza, un gesto que hacía cuando no sabía cómo expresar algo. "No sé cómo decirlo, pero creo que a Kyabe le gustas. Y eso me molesta."

Caulifla lo miró en silencio por un momento antes de reírse. "¿Eso es todo? ¿Estás celoso, Goku?"

Goku se sonrojó ligeramente, algo que rara vez le ocurría. "¡No es eso! Bueno... tal vez un poco," admitió con honestidad. "Es solo que... cuando lo veo contigo, siento algo raro. Nunca había sentido esto antes."

Caulifla lo miró fijamente, sin dejar de sonreír. Se acercó a él y le dio un leve golpe en el brazo. "Eres un tonto, Goku. Kyabe es como un hermano para mí. Lo aprecio mucho, pero no siento por él lo que siento por ti."

Las palabras de Caulifla hicieron que el corazón de Goku latiera más rápido. "¿De verdad?"

Caulifla asintió, con una expresión más seria. "Sí. Eres especial para mí de una manera que nadie más lo es. Lo que tenemos tú y yo es algo que no he sentido por nadie más. Kyabe puede admirarme, puede gustarle, pero eso no cambiará lo que siento por ti."

Goku la miró, y aunque aún sentía una pequeña punzada de celos, las palabras de Caulifla lo tranquilizaron. Sabía que sus sentimientos eran reales y que lo que compartían no era algo que Kyabe pudiera alterar.

"Gracias, Caulifla," dijo Goku, sonriendo con alivio. "Supongo que soy malo con esto de los sentimientos."

Caulifla se rió. "Bueno, eres bueno peleando, pero cuando se trata de emociones, tienes mucho que aprender, Goku."

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Un nuevo entendimiento

A partir de ese día, Goku comenzó a lidiar mejor con los sentimientos que Kyabe le generaba. Aunque sabía que el joven Saiyajin estaba enamorado de Caulifla, también confiaba en lo que él y ella compartían. Sabía que Caulifla lo elegía a él, no solo como compañero de entrenamiento, sino como alguien más importante en su vida.

Kyabe, por su parte, parecía ajeno a los sentimientos de Goku. Seguía entrenando duro y admirando a Caulifla, pero con el tiempo, Goku comenzó a verlo desde una nueva perspectiva. Aunque el joven Saiyajin estaba enamorado de Caulifla, él también estaba creciendo, y Goku no podía evitar respetarlo por ello.

Con el paso de los días, los tres continuaron entrenando juntos, y aunque los celos aún estaban presentes en alguna parte, Goku aprendió a manejar esa emoción de una manera que no afectara su relación con Caulifla.

Al final, entendió que lo que sentía por ella era algo especial, algo que no se podía romper tan fácilmente, y aunque Kyabe admiraba a Caulifla, Goku sabía que su conexión con ella era más fuerte que cualquier rivalidad o enamoramiento pasajero.

Continuará...

"Dos Almas Guerreras" [Goku x Caulifla]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora