El Viaje Inesperado

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El sol brillaba intensamente en el cielo de Seúl, y la emoción del viaje llenaba el aire. Hana se miró en el espejo, ajustando su cabello mientras pensaba en lo que la esperaba. Rose había hecho su maleta, asegurándose de que llevara todo lo necesario, a pesar de que Hana había intentado protestar. Sabía que, si dejaba que fuera por sí misma, acabaría llevando solo un par de camisetas y un par de jeans.

Al bajar las escaleras, la sala estaba llena de risas y energía. Todos estaban ahí, listos para partir.

-¿Segura que no vas a ir, nana? -preguntó Taehyung, con una sonrisa traviesa.

-No, cariño. Aprovecharé para ir a ver a mis hijos -respondió la nana, con una mirada llena de amor.

-¿Tienes hijos? -preguntó Hana, sorprendida por la revelación.

-Claro, tengo una familia hermosa -dijo la nana, sonriendo con nostalgia.

-¿A dónde vamos? -interrumpió Jimin, mirando a Rose con curiosidad.

-Vamos a Incheon, hay una playa preciosa donde podemos relajarnos y disfrutar del sol -respondió Rose con entusiasmo.

-Hana, espero que te diviertas -dijo la nana, acariciando su brazo con ternura.

-Yo voy a hacer que ella se divierta -aseguró Rose, guiñándole un ojo.

Con eso, todos comenzaron a dirigirse hacia los autos. Hana sintió un cosquilleo en el estómago al ver que le tocaba ir con Jungkook. Se subió al auto y, mientras él arrancaba el motor, no pudo evitar robarle miradas furtivas. Sin embargo, cada vez que sus ojos se encontraban, ella apartaba la vista rápidamente.

-¿Qué? -preguntó Jungkook, notando su incomodidad.

-Nada -murmuró Hana, mirando por la ventana. Pero su curiosidad pudo más que su timidez-. Jungkook, ¿te puedo hacer una pregunta?

-¿Cuál? -respondió él, manteniendo su mirada en la carretera.

-¿En qué trabajas? -su voz era suave, pero había un trasfondo de genuina curiosidad.

Jungkook se tensó al escuchar la pregunta. No podía decirle que él y los chicos eran parte de algo mucho más oscuro y peligroso. Se quedó en silencio, buscando las palabras adecuadas.

Hana sintió el cambio en la atmósfera y su corazón se hundió un poco. Sin recibir respuesta, desvió la mirada hacia la ventana, sintiendo que la conversación se había vuelto incómoda. La distancia entre ellos parecía aumentar con cada segundo que pasaba.

Cuando finalmente llegaron al destino, Hana vio un jet privado estacionado en la pista. Su corazón dio un vuelco de sorpresa.

-¿De quién es? -preguntó a Rose mientras se acercaban.

-Es de Jungkook -respondió Taehyung con una sonrisa juguetona.

La mirada de Hana se desvió rápidamente hacia Jungkook, quien estaba hablando por teléfono. Su expresión era seria y concentrada; era una faceta de él que nunca había visto antes. Se sentía como si estuviera viendo a un extraño en lugar del chico amable y divertido con el que había pasado tanto tiempo.

Mientras se acercaban al jet, Hana no podía dejar de pensar en lo que había preguntado antes. ¿Qué haría Jungkook realmente? Esa pregunta pululaba en su mente mientras subían a la aeronave. El interior del jet era lujoso y cómodo; había espacio suficiente para todos y una sensación de exclusividad en el aire.

Una vez dentro, Rose se sentó junto a Hana y le sonrió.

-¿Estás lista para unas vacaciones épicas? -preguntó Rose emocionada.

Hana asintió, aunque su mente seguía ocupada con pensamientos sobre Jungkook. Mientras el jet comenzaba a despegar, miró por la ventana y vio cómo Seúl se alejaba rápidamente. Era un nuevo comienzo, pero algo dentro de ella sentía que este viaje también traería consigo sorpresas inesperadas.

Rose comenzó a hablar con Jimin y Taehyung sobre los planes para el día en la playa, pero Hana no podía concentrarse. Cada vez que miraba a Jungkook, él estaba absorto en su teléfono o hablando en voz baja con uno de los otros chicos. Había algo misterioso en él que la intrigaba y asustaba al mismo tiempo.

Finalmente, después de unos minutos de silencio incómodo entre ellos, Jungkook se volvió hacia Hana.

-¿Estás bien? -preguntó con sinceridad en su voz.

Ella lo miró a los ojos y sintió que su corazón latía más rápido. A pesar de sus dudas y preguntas sin respuesta, sabía que este viaje podría ser una oportunidad para conocerlo mejor.

-Sí... solo estoy pensando en lo emocionante que será todo -respondió Hana con una sonrisa tímida.

Jungkook sonrió de vuelta y por un momento, ambos compartieron una conexión silenciosa. El viaje apenas comenzaba y las posibilidades eran infinitas. Mientras el jet surcaba las nubes hacia Incheon, Hana sintió que tal vez este viaje no solo sería una escapada a la playa, sino también un paso hacia algo más grande.

 Mientras el jet surcaba las nubes hacia Incheon, Hana sintió que tal vez este viaje no solo sería una escapada a la playa, sino también un paso hacia algo más grande

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𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐞𝐥 𝐂𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐝𝐞 𝐒𝐞ú𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora