Bajo el Cielo de Seúl

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Capítulo Final

El convento se alzaba ante ellos como un refugio, pero también como una prisión. Yuna, ahora conocida como Hana, había cruzado el umbral de su nueva vida sin saber que su pasado la perseguía. Las monjas la recibieron con amabilidad, pero Taehyung sentía un nudo en el estómago al dejarla allí.

-No puedo creer que esto esté sucediendo -dijo Taehyung, con voz temblorosa -. ¿Es realmente lo mejor?

-Es lo único que podemos hacer -respondió Jungkook, su corazón estaba destrozado-. Debemos protegerla.

Ambos sabían que era la decisión más difícil de sus vidas. Mientras Jungkook se subía al auto, miró por última vez el convento, un lugar que ahora albergaba a la mujer que había amado desde siempre. Con cada kilómetro que se alejaban, sentía cómo una parte de él se quedaba atrás.

Actualidad

El tiempo había pasado y las cicatrices comenzaban a sanar. En una habitación iluminada por la luz suave del sol, Taehyung y Jungkook estaban sentados junto a Yuna, quien había comenzado a recordar fragmentos de su vida dos años atras.

-¿Ya te acuerdas? -preguntó Taehyung con un hilo de esperanza en su voz.

Los ojos de Yuna se llenaron de lágrimas mientras asintió lentamente.

-Sí -repetía ella-. A medida que ibas contando los recuerdos, fueron apareciendo.

Jungkook la abrazó con fuerza, sintiendo cómo su dolor se desvanecía un poco.

-No llores -le dijo suavemente.

-Todo acabó -dijo Taehyung, tratando de consolarla-. Ya acabamos con la amenaza.

-Todo fue por mi culpa -murmuró Yuna entre lágrimas.

-No te culpes -intervino Jungkook-. Nada de lo que sucedió es tu culpa.

Cuando Yuna finalmente se calmó, una revelación la golpeó.

-Entonces tengo diecinueve años...

-Sí -confirmó Jungkook, sonriendo con ternura.

-Jungkook -dijo ella, llamando su atención-. ¿De verdad me quieres tanto?

-Sí -respondió él de inmediato-. No sabes cuánto te amo.

Y en ese instante, se besaron apasionadamente, sellando el amor que había sobrevivido a las tormentas.

...

Tres meses después, Yuna y Jungkook ya estaban casados. Paseaban por el parque donde habían decidido unirse en matrimonio, un lugar lleno de recuerdos felices. Aquella noche, Yuna tenía una sorpresa para Jungkook.

-Jungkook, tengo algo que decirte -dijo ella, deteniéndose justo en el lugar donde él le había propuesto matrimonio.

-¿Qué es? -preguntó él, intrigado.

-Yo, Yuna, esposa de Jeon Jungkook, le quiero decir Bajo el Cielo de Seúl una noticia muy importante -anunció ella, tocando su barriga con una sonrisa radiante-. Estoy embarazada, Kook.

Jungkook se quedó sin habla. Su corazón latía con fuerza; siempre había soñado con formar una familia con Yuna, y ahora ese sueño estaba tomando forma. Se acercó a ella y la besó con fervor.

-Te amo -le susurró Yuna.

-Y yo a ustedes -respondió Jungkook, pasando su mano por su barriga con ternura.

Bajo el cielo de Seúl, Jungkook y Yuna demostraron que no importaba el tiempo ni las circunstancias; donde existe amor verdadero siempre hay un futuro. Su historia no solo era un testimonio de amor, sino una celebración de la vida y la esperanza que renace incluso en los momentos más oscuros.

Fin

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𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐞𝐥 𝐂𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐝𝐞 𝐒𝐞ú𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora