La historia sigue a Hana, una joven monja que ha pasado toda su vida en un convento, rodeada de la paz y la rutina de su hogar. A sus dieciocho años, la madre superiora decide que es hora de que Hana explore el mundo exterior.
A lo largo de la histo...
Jungkook estaba sentado en la cama, la preocupación marcando cada rasgo de su rostro mientras observaba a Hana, quien yacía tranquila, ajena a la tormenta de emociones que giraba a su alrededor. De repente, un suave toque en la puerta lo sacó de sus pensamientos. Con un suspiro, se levantó y abrió la puerta, encontrándose con Jimin, Taehyung y Rose.
-Esto es mi culpa -dijo Rose, con los ojos llenos de lágrimas.
-No lo es -le respondió Jimin, intentando consolarla.
-Sí lo es -insistió ella, tocando suavemente el cabello de Hana-. Tenía que estar más pendiente de ella.
-No te culpes -dijo Jungkook, acercándose a ellos.
Taehyung, con el rostro serio, preguntó:
-¿Qué te dijo el doctor?
-No es nada grave -respondió Jungkook, soltando un suspiro de alivio.
-¿Hay algo más que debemos saber? -interrogó Taehyung, con su mirada fija en Jungkook.
Jungkook miró a Hana y luego se volvió hacia Taehyung.
-Tenemos que estar preparados.
-¿Por qué? -intervino Jimin, frunciendo el ceño.
-A quien llamé fue al doctor Lee -suspiró Jungkook-. Y dice que con el golpe puede empezar a recordar.
-¿Cómo? -preguntó Rose, sorprendida.
-Lo que escuchaste -respondió Jungkook, con su voz grave.
-Será mejor volver a Seúl -dijo Jimin, con unaexpresión seria.
-Nos vamos mañana -afirmó Jungkook con determinación.
Los chicos asintieron y se retiraron a sus habitaciones para preparar sus maletas. La atmósfera estaba cargada de tensión y preocupación. Jungkook se quedó un momento más junto a Hana antes de recostarse en la cama a su lado. Observaba cada mínimo detalle de su rostro, acariciando suavemente su cabello. En ese instante, un recuerdo lo invadió, llevándolo atrás en el tiempo.
Dos años atrás
Jungkook estaba sentado en su oficina, concentrado en arreglar algunos papeles, cuando Taehyung irrumpió en la habitación con una energía desbordante.
-¡La encontré! -exclamó Taehyung emocionado.
-¿A quién? -preguntó Jungkook sin apartar la vista de los documentos.
-A mi hermana -respondió Taehyung, tomando asiento frente a él.
Jungkook levantó la mirada, sorprendido.
-¿Cómo que a tu hermana? -indagó, intrigado.
-No te lo conté, pero mi padre tuvo una relación fuera del matrimonio -explicó Taehyung-. Cuando se enteró de que iba a tener una hija, se emocionó. Pero la madre no quería; ella quería abortar. Mi padre le dijo que no lo hiciera, que él la iba a cuidar. Al principio aceptó, pero después de seis meses desapareció. Mi padre ha estado buscándola todos estos años. Ahora mismo mi hermana tiene dieciséis años, pero no tiene una vida buena. La madre es dueña de un club nocturno y trabaja como dama de compañía; mi hermana es una de ellas.
Taehyung le entregó un sobre a Jungkook.
Dentro había una foto de la hermana de Taehyung. Jungkook se quedó sin aliento al verla; era hermosa y tenía una inocencia que contrastaba con el oscuro entorno que la rodeaba.
Actualidad
Jungkook sonrió melancólicamente al recordar aquel momento.
-Sigues siendo muy linda -murmuró, levantándose de la cama para acercarse a la ventana. La ciudad brillaba bajo el cielo nocturno, pero su mente estaba centrada en Hana y en todo lo que aún debían enfrentar.
Sabía que el camino por delante sería difícil, pero estaba decidido a protegerla y ayudarla a encontrar su verdad. Con cada latido de su corazón, sentía que su conexión con ella se hacía más fuerte, y no importaba cuán sombrío fuera el pasado; él estaría allí para guiarla hacia la luz.
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