Recuerdos y Revelaciones

3 2 0
                                    

☪ 13 ☪

Jungkook estaba sentado en su despacho, la luz de la tarde filtrándose a través de las cortinas, creando un ambiente cálido pero melancólico. A pesar de que habían regresado a Seúl, su mente seguía atrapada en el viaje, en la preocupación por Hana, que aún no había despertado. La incertidumbre le carcomía el alma. Se preguntaba si ella recordaría algo al abrir los ojos, si todo lo que habían vivido juntos volvería a fluir en su mente.

Mientras miraba por la ventana, los recuerdos de dos años atrás comenzaron a invadirlo. Recordaba la noche que cambió el rumbo de sus vidas, una noche que había sido tanto un encuentro como una despedida.

Dos años atrás

-¿Cómo se llama? -preguntó Jungkook, extendiendo la foto a Taehyung.

-Por lo que averigüé, se llama Yuna -respondió Taehyung, con su voz llena de determinación.

-Iré al bar. Dime dónde queda -dijo Jungkook, sintiendo una mezcla de ansiedad y responsabilidad.

-Eres un verdadero amigo -sonrió Taehyung-. Iré contigo.

-No, iré yo -replicó Jungkook con firmeza.

-Yo quiero ir, quiero verla -insistió Taehyung, con su mirada llena de esperanza.

Jungkook subió al coche, seguido por Taehyung. Mientras conducía hacia la dirección que le había dado, su corazón latía con fuerza. Sabía que el lugar no era seguro; no era un bar cualquiera. Al llegar, se dio cuenta de que el ambiente era denso y cargado de una energía inquietante.

Al entrar, el espectáculo era abrumador. Mujeres vestidas con ropas reveladoras se movían al ritmo de la música, algunas sentadas sobre las piernas de hombres que las miraban con lujuria. Un grupo de chicas esperaba en un sillón largo, sus miradas vacías reflejaban la desesperación del lugar.

-¿Desean algo? -preguntó una mujer con una sonrisa forzada. Jungkook y Taehyung reconocieron al instante a la dueña del bar..

-Vinimos a disfrutar la noche -dijo Jungkook, tratando de mantener la compostura.

-Entonces han venido al lugar correcto -respondió ella con una risa burlona-. Pueden elegir a cualquiera. ¿Cuántas quieren?

La pregunta hizo que Jungkook sintiera una oleada de ira. Sin embargo, se mantuvo en calma.

-Una -respondió Taehyung, con su voz temblorosa.

La dueña les indicó que eligieran. Jungkook comenzó a observar a las chicas y pronto se dio cuenta de que había una que destacaba entre todas: era Yuna, la hermana de Taehyung. Sin pensarlo dos veces, se acercó a ella y le extendió la mano.

-Esa es la más cara -dijo la mujer con desdén.

Taehyung apretó los puños, conteniendo su rabia. ¿Cómo podía su madre hacerle esto a su propia hija?

-No importa -dijo Jungkook, decidido-. La quiero igual.

Vio cómo Yuna temblaba y sintió una punzada en el corazón.

-Bueno, que la pasen bien los tres -dijo la mujer antes de guiarlos hacia las habitaciones.

Una vez dentro, Yuna cerró la puerta y el ambiente se tornó tenso.

-Sé que no quieres hacer esto -dijo Taehyung, con su voz suave pero firme.

-¿Y tú cómo lo sabes? -preguntó ella sin levantar la mirada, nerviosa.

-¿Llevas mucho tiempo trabajando como dama de compañía? -interrogó Jungkook, notando cómo ella se ponía aún más nerviosa al escuchar su voz.

-No, señor -respondió en un susurro-. Antes era mesera... pero la señora se dio cuenta de que llamaba mucho la atención de los hombres y me puso a trabajar aquí. Ustedes son mis primeros clientes -las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

-Sabemos que la dueña de esto es tu madre y que te llamas Yuna -dijo Taehyung, haciendo que ella levantara la cabeza rápidamente.

-¿Cómo saben eso? -preguntó, sorprendida.

-Tenemos que contarte algo -dijo Taehyung mientras Jungkook se sentaba en un sofá, observando a Yuna. Era más hermosa en persona de lo que había imaginado.

-Entonces eres mi hermano -repitió Yuna, incrédula.

-Sí -confirmó Taehyung con una mezcla de alegría y tristeza.

Actualidad

Jungkook sacudió la cabeza para despejar esos pensamientos mientras contemplaba el horizonte desde su oficina. La historia de Yuna siempre había estado presente en su mente, pero ahora se sentía más viva que nunca. La conexión entre ellos y lo que habían hecho por ella resonaba en su corazón.

Mientras contemplaba el futuro incierto de Hana y el peso del pasado de ella misma y Taehyung, Jungkook sabía que debía ser fuerte. La vida estaba llena de giros inesperados y dolorosas revelaciones, pero también había esperanza. Con determinación renovada, se levantó de su escritorio y se dirigió hacia la habitación donde Hana descansaba. Estaba listo para enfrentar cualquier cosa que el destino le tenía reservado.

 Estaba listo para enfrentar cualquier cosa que el destino le tenía reservado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐞𝐥 𝐂𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐝𝐞 𝐒𝐞ú𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora