Era un día martes, y Alessia se encontraba inquieta. Ese día, había decidido dar un gran paso: invitar a Zabivaka a la inauguración del Mundial. Aunque por fuera intentaba mantener la calma, en su interior no podía evitar sentirse nerviosa. Pensaba en diferentes maneras de hacer la invitación, pero ninguna parecía suficientemente especial para lo que tenía en mente.
Finalmente, después de mucho reflexionar, tuvo una idea brillante. ¿Qué mejor manera de invitar a Zabivaka que con una coreografía única, especialmente diseñada para él? Alessia sabía que con la ayuda de sus amigas porristas, podría hacer algo inolvidable. Decidió organizar una barra animada para sorprender a Zabivaka y pedirles ayuda a las chicas para llevar a cabo su plan.
En la práctica de ese día, reunió a Monroe, Vanessa, Clara y el resto de las porristas en el enorme gimnasio. Después de explicarles su idea, todas parecieron emocionarse con la propuesta.
—Chicas, necesito su ayuda —dijo Alessia con una sonrisa nerviosa pero decidida—. Quiero invitar a Zabivaka a la inauguración del Mundial, pero quiero que sea algo único. Estaba pensando en hacer una coreografía especial, algo que lo deje sin palabras. ¿Me ayudan?
Monroe, quien ya sabía lo que Zabivaka significaba para su amiga, fue la primera en reaccionar.
—¡Eso suena increíble, Alessia! Claro que te ayudaremos —respondió con entusiasmo—. Va a ser algo que nunca olvide.
Vanessa y Clara intercambiaron miradas cómplices antes de unirse a la conversación.
—Podemos hacer una barra que incluya su nombre —sugirió Vanessa, con una sonrisa traviesa—. Algo como... "¡Zabi, Zabi, el lobo del Mundial, contigo a ganar!".
Clara, por su parte, comenzó a pensar en los pasos que podrían incluir en la coreografía.
—Y podríamos terminar con un salto en equipo para que Alessia haga la invitación de manera directa —agregó—. ¡Va a ser perfecto!
Las chicas pasaron la tarde practicando, ajustando los movimientos y asegurándose de que cada detalle fuera impecable. Alessia ensayaba la invitación mentalmente, queriendo que el momento fuera tan especial como Zabivaka lo merecía.
Antes de que Alessia hiciera su gran invitación a Zabivaka, decidió pedirle que se encontraran a las afueras del gimnasio para charlar un poco. Quería asegurarse de que todo fluyera de manera natural antes de la sorpresa, y aprovechar el momento para pasar tiempo a solas con él. Zabivaka, siempre puntual y con esa energía tranquila que lo caracterizaba, llegó vistiendo una camisa blanca con mangas azules, un pantalón cargo beige y un cinturón rojo que le daba un toque relajado pero elegante.
Cuando Alessia lo vio acercarse, su corazón comenzó a latir más rápido. Zabivaka caminaba con una sonrisa amigable en el rostro, y al verla, sus ojos brillaron con esa calidez que tanto la hacía sentir especial. Alessia, que siempre había sido segura de sí misma, esta vez no pudo evitar sonrojarse. Estaba nerviosa, pero al mismo tiempo emocionada. Sabía que ese encuentro iba a ser diferente.
—¡Hey, Alessia! —saludó Zabivaka con una sonrisa amable—. ¿Qué tal? Me alegra que me hayas invitado a charlar.
—Hola, Zabi —respondió ella, sintiendo cómo sus mejillas se encendían—. Quería verte antes de que comenzara todo... ya sabes, para hablar un rato.
Se sentaron juntos en un pequeño banco que estaba a la sombra de un árbol cercano al gimnasio. El ambiente era tranquilo, solo se escuchaba el sonido lejano de algunas voces y el viento moviendo las hojas. Alessia intentaba mantener la calma, pero cada vez que Zabivaka la miraba con esos ojos llenos de curiosidad y cariño, sentía que su nerviosismo crecía.
ESTÁS LEYENDO
Rebeldes Sin Causa 2: El desafío
Fanfictionel año es 2005 y nos trasladamos a Berlín, Alemania. Donde dos chicas de clase alta: Alessia y Monroe, reciben un reto: conseguir una cita antes del mundial del 2006 qué se celebrará pronto en la ciudad. Las dos chicas tienen en claro que necesitan...