Alessia se estiró y se desperezó mientras salía al balcón, disfrutando del aire fresco de la mañana. El caos de la fiesta anterior se hacía evidente: algunos chicos aún dormían en el suelo, mientras que otros se quejaban del ruido y la luz del sol que entraba por las ventanas.
La risa de Alessia se hizo más fuerte al ver a Monroe y Fleur, con marcas de rotulador en sus rostros, aún dormidas en el sofá. La escena le pareció una mezcla de divertida y entrañable, recordándole lo que había sido su primera noche en París.
Mientras se acomodaba en una silla del balcón, vio a Juliette hablando animadamente por teléfono, gesticulando con entusiasmo. La poodle lucía hermosa incluso en medio del desorden, con su vestido ligeramente arrugado pero con un estilo inconfundible.
—¿De qué se trata? —preguntó Alessia, interrumpiendo un momento de silencio.
Juliette sonrió al verla.
—¡Es mi padre! Está organizando una entrevista para mí. Tengo un desfile de modas el próximo mes y necesita que hable con los medios. Dice que es una gran oportunidad para la marca familiar —dijo, con un brillo en los ojos.
—Eso suena increíble —respondió Alessia, emocionada por su amiga—. ¿Vas a estar en la pasarela?
—Sí, estoy muy emocionada. Es un desfile importante, y además de presentar la nueva colección, quiero mostrar que estamos innovando. —Juliette hizo una pausa, frunciendo el ceño—. Pero tengo que estar lista para responder a muchas preguntas incómodas. Como siempre, habrá quienes critiquen mi estilo o lo que haga.
—No te preocupes, eres fabulosa. —Alessia sonrió, intentando infundirle confianza—. Solo sé tú misma, y todo saldrá bien.
Juliette sonrió, agradecida por las palabras de aliento. Sin embargo, Alessia no podía evitar pensar en su propia situación y en lo lejos que se sentía de su vida anterior.
—¡Oh! —exclamó Juliette, recordando algo—. Necesitamos que te unas a mí en la pasarela. La diseñadora quiere incluir a una modelo nueva, y quién mejor que la fabulosa Alessia Marriot.
Alessia se sonrojó ante el cumplido.
—No sé si sea una buena idea. No tengo experiencia en pasarela y...
—No digas eso. —Juliette la interrumpió—. Tienes un gran sentido del estilo y una personalidad cautivadora. Además, ¡sería tan divertido!
Alessia sintió una mezcla de emoción y nerviosismo. La idea de estar en la pasarela era tentadora, pero también la asustaba. Mientras pensaba en la propuesta, un pensamiento cruzó su mente: Zabivaka estaría orgulloso de ella si lo hiciera.
—Está bien, ¡acepto! —dijo finalmente, sintiendo un nuevo impulso de valentía—. ¡Vamos a hacerlo!
Juliette sonrió radiante, mientras un aire de emoción envolvía a ambas chicas.
—Genial. Te prometo que será la mejor experiencia de tu vida. —Juliette hizo un gesto con su mano—. Ahora, vamos a despertar a los demás y prepararnos para un día de diversión en París.
Alessia asintió y regresó al interior, lista para enfrentar lo que la ciudad tenía reservado para ellas. En su interior, una chispa de esperanza comenzaba a brillar, y aunque aún extrañaba a Zabivaka, estaba lista para sumergirse en su nueva vida.
Al salir de la residencia, las cinco chicas se sintieron como estrellas en la alfombra roja, con los flashes de las cámaras iluminando sus rostros y los gritos de los fans resonando a su alrededor. Juliette, Angelique, Fleur, Monroe y Alessia caminaban con confianza, disfrutando de la atención que recibían.
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Rebeldes Sin Causa 2: El desafío
Fanfictionel año es 2005 y nos trasladamos a Berlín, Alemania. Donde dos chicas de clase alta: Alessia y Monroe, reciben un reto: conseguir una cita antes del mundial del 2006 qué se celebrará pronto en la ciudad. Las dos chicas tienen en claro que necesitan...