Yᴏᴜ Bᴇʟᴏɴɢ Tᴏ Mᴇ - [Tagoti-Omegaverse]

Capítulo 31.

Los próximos días continuaron de maravilla entre los dos enamorados, compartiendo un secretismo romántico en cada coincidencia que les llevaba a rozar por los pasillos de la empresa. Si bien sabían que debían disimular, a ambos se les estaba haciendo algo difícil conseguirlo, en especial a Tabi, quien tenía esa necesidad urgente de envolver el omega entre sus brazos y permitirle llenar su rostro de cariñosos besos. Pero era obvio, no todo lo que brilla es oro, así como los días pasaban, el ciclo de celo del Andromeda se aproximaba, a lo cual no dudó en preparar una licencia médica para justificar su ausencia durante la semana de trabajo a la cual no podría asistir, pero cuando llegó aquel día tan temido y odiado por el digidevil... No llegó.

— ¿A qué te refieres con que no llegó? —Preguntó Aldryx dejando la mancuerna en el suelo para poder ir hasta la puerta donde su hermano le esperaba.

— No llegó, ¿si? Simplemente no llegó. —Se cruzó de brazos.— ¿Qué significa? Nunca antes me había atrasado en mi celo.

— La última vez se adelantó, ¿no debería haber sido la semana pasada?

— Mmmh. —Pareció pensarlo, pero simplemente negó.— No, no lo creo. Lo habría sentido, ya sabes, cuando sientes que tus piernas tiemblan y que tu entrepierna empieza a-

— Basta, no quiero detalles. —Le cubrió la boca, pensando él en su lugar.— La semana pasada estuviste inquieto, te la pasaste día y noche en compañía de Tabi, ¿estás seguro de que no pasó nada?

— ¿Qué insinúas?

— ¿Usaron condón? —Preguntó directamente.

— ¡Carajo! —Le dio un golpecito en el pecho, pero el rubor en su rostro evidenciaba sus pensamientos.— No solo nos reunimos para tener sexo, Aldryx. Vimos películas, jugamos videojuegos, e incluso me enseñó a cocinar una receta rusa.

— Pero si tuvieron sexo también, ¿no?

Agoti permaneció en silencio, abriendo su boca para protestar, pero volviendo a presionar sus labios entre sí al recordar cómo había terminado aquella noche donde ni siquiera pudieron dormir. Definitivamente no necesitaba ni quería darle detalles a su hermano, pero no, no habían usado condón, y si lo pensaba bien, había llegado un punto en la intimidad donde su aturdida mente había dejado de funcionar. Quizás Tabi sabría más, pero si hubiera desatado su celo, ¿Tabi no habría salido afectado también? Tendría que preguntarle, la última vez ambos sufrieron un adelanto de su celo por todo lo ocurrido (lo cual no terminaba de comprender).

— Si...

— ¿Y usaron condón?

— ... No...

— Carajo. —Frotó sus dedos en el espacio entre sus cejas.— Ambos tienen dinero, así que no pueden poner la excusa de los pobres como de que "no me alcanza para el condón".

— ¡Ya, ya entendí! —Alzó sus manos con culpabilidad.— Pero ¿qué puedo hacer? No puedo estar embarazado, ¿verdad? No creo que Tabi tenga bolas mágicas.

— ¿Testículos mágicos? Lo dudo, pero considerando la fertilidad digidevil es posible.

— Mierda.

— Tranquilo, en cualquier caso puedes abortar, ¿no?

Agoti llevó su mano a su vientre por inercia, la verdad es que siempre estuvo a favor del aborto, pero pensar en hacerlo él era otra cosa mucho más desafiante para internalizar, pero aún así era la mejor opción en caso de que si estuviera esperando un bebé. No podía exponerse al público teniendo una barriga, eso definitivamente delataría su jerarquía tan mediocre, no podía arriesgarse. No podía perderlo todo por un desliz.