Capítulo 04.

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Jungkook estaba sentado en su estudio, rodeado por pantallas llenas de fotografías de bodas anteriores. El suave sonido del teclado al marcar las correcciones y ajustes se mezclaba con el leve zumbido de la computadora, mientras sus ojos revisaban cada imagen con meticulosidad. Cada vez que lo hacía, encontraba una cierta paz en la rutina: revisar, retocar, archivar. Las sonrisas de las parejas, las miradas cargadas de amor, la alegría palpable en cada foto.

Era un proceso automático. Hasta que sus ojos se detuvieron sobre el nombre de su próximo cliente en su agenda: Kim Taehyung.

El corazón de Jungkook dio un vuelco, como si una corriente eléctrica lo recorriera de golpe. Taehyung. ¿Cuántos años habían pasado desde la última vez que lo vio? Diez, tal vez once. Pero ahí estaba su nombre, tan claro como si nada hubiera cambiado, exceptuando que ahora estaba a punto de casarse... y Jungkook sería el encargado de capturar ese día.

"Su boda." Las palabras resonaron en su cabeza con un eco molesto. El hombre que una vez fue su todo estaba a punto de comprometerse para siempre con otra persona. Y él debía ser testigo de eso, con una cámara en mano.

Soltó un suspiro, reclinándose en la silla. Su mente, como si fuera atraída por un imán, lo arrastró de vuelta a esos años que había mantenido enterrados, recuerdos que él había intentado evitar durante tanto tiempo, pero que ahora volvían a la superficie con una fuerza arrolladora.

Desde el primer día que entraron juntos a la universidad, Jungkook y Taehyung eran inseparables. Se conocieron en la preparatoria, donde su relación había comenzado tímidamente, y cuando ingresaron a la universidad, ya eran pareja estable. La vida universitaria para ellos fue un cúmulo de experiencias compartidas: clases, estudios nocturnos, festivales y los pequeños momentos entre risas y abrazos que les hacía sentir que podrían con cualquier cosa.

Cada rincón del campus estaba impregnado de ellos. Desde la cafetería donde siempre se encontraban a mediodía, hasta el pequeño rincón en la biblioteca donde pasaban horas, no siempre estudiando, sino simplemente disfrutando de la compañía del otro. Los amigos de la universidad no sabían cómo uno existía sin el otro.

Jungkook, con su amor por la fotografía, solía tomar fotos de todo lo que le rodeaba. Y Taehyung, por supuesto, era su modelo favorito. Había algo en la forma en que la luz caía sobre el rostro de Taehyung, en cómo su sonrisa se reflejaba en sus ojos, que lo hacía irresistiblemente fotogénico. Pero más que eso, era la conexión que compartían lo que hacía que esas fotos fueran tan especiales para Jungkook.

Déjame ver, Jungkook-ah.—Decía Taehyung, acercándose a él para revisar las fotos en su cámara.—¿Por qué me tomas tantas fotos? Parecerá que soy tu único sujeto.

Jungkook reía.— Porque lo eres. Nadie más luce así frente a mi lente.

Era una broma, pero había una verdad profunda en sus palabras. Para Jungkook, Taehyung lo era todo. Y en ese momento, creía que su amor era indestructible.

Sin embargo, a medida que se acercaba el último año de sus carreras, las cosas comenzaron a cambiar. No fue algo repentino. Los primeros indicios fueron sutiles: Taehyung cancelando planes, distanciándose en pequeñas cosas, sonriendo menos. Jungkook intentó ignorar esas señales, convenciéndose de que era solo el estrés de los estudios, de la vida adulta que se avecinaba.

Hasta que un día, Taehyung simplemente le dijo que no podía seguir.

No es por ti, Jungkook.—Había dicho Taehyung con los ojos llenos de tristeza.—Es que necesito tiempo, espacio... No sé quién soy ahora, y siento que no puedo encontrarme si seguimos juntos.

Water Under The Bridge | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora