Capítulo 02.

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Cuando Taehyung entró en el restaurante, Jungkook se quedó sin aliento. A pesar del tiempo transcurrido, Taehyung seguía siendo tan impresionante como siempre. Sus ojos se encontraron y por un momento, el mundo pareció detenerse a su alrededor.

A pesar de la presentación, la tensión únicamente incrementó mientras esperaban que la comida llegara a su mesa. Taehyung apretó sus manos por debajo de la mesa, tratando de disimular la incomodidad que estaba pasando en ese momento. En sus pensamientos, todas aquellas similitudes y aquellos destellos que parecían conocidos vagamente para él cobraron sentido, ¿Cómo no lo había descubierto antes? De ser así era poco probable que estuvieran sentados uno frente al otro después de tantos años.

Tomando un sorbo de la copa que estaba a un costado suyo, Taehyung se armó de valor para hablar.—Gracias por agendar el encuentro de hoy, es grato tratarlo lo más pronto posible.

—Es mi trabajo, además que suelo envolverme mejor en las bodas, pensé que era una buena oportunidad.—Explicó, aclarando su garganta.—La temática que venía en el correo es realmente interesante, he tenido la oportunidad de recrearlo en dos ocasiones y es por eso que traje esto para demostrarle mi desempeño en lo que se pide.

Colocando un pequeño portafolio sobre la superficie, abrió en la primera página donde se mostraba una invitación de la boda fotografiada y con ella decoraciones ilustrativas a la temática. El rubio prestó demasiada atención a todo lo mostrado, asintiendo a lo que el contrario le explicaba conforme cambiaba de página.

Para cuando la comida llegó a la mesa, la tensión disminuyó en comparación del inicio, centrados en el trabajo del pelimorado y sumergiéndose en una conversación llena de preguntas y resolviendo dudas. Taehyung escuchaba de manera atenta y cuestionaba, tratando de visualizarse en el momento en que ocurriera mientras todo lo demás sucedía, consiguiendo que su corazón se apretara de la emoción y una sonrisa apareciera en sus labios. Por otra parte, Jungkook sentía un molesto nudo en la boca del estómago, explicando a detalle la forma de trabajar y cómo capturaría cada uno de los momentos que el rubio deseaba para retratar la boda.

Que lo demanden, pero para el pelimorado el tema de su relación con Taehyung no era algo a la ligera a pesar de los años, no cuando él mismo había esperado tanto ese momento donde arreglarían esos detalles, pero a diferencia del presente, Jungkook ya no formaba parte de los planes del rubio, o por lo menos no como su futuro prometido y donde estuvieran acordando las fotografías de su propia boda.

Patético, mas no era con algo que pudiera trabajar tan fácilmente por la forma en que sucedieron las cosas.

—Esta foto es muy conmovedora, ¿Es mucho trabajo recrearla?—La voz de Taehyung lo sacó de sus pensamientos, dirigiendo su mirada a donde señalaba el mayor.

La pareja en la fotografía se miraba directamente, grandes sonrisas adornaban sus rostros mientras sus manos se unían a la altura de sus pechos. Para Jungkook, esa fotografía había representado cuán lejos la pareja había llegado desde que se conocieron, teniendo al reverso otra fotografía del momento exacto en que coincidieron y decidieron recrearlo para uno de sus días más importantes. El pelimorado disfrutó de la cercanía que tenían frente a la cámara, la forma en que parecían tener una conexión especial que ni siquiera debían de cuestionarlo, ellos mismos estaban seguros de lo que harían juntos.

—Eso dependerá del lugar dónde se hayan conocido.—Comentó, removiendo el plástico para sacar las fotografías.—Fue en realidad la recreación del momento en que se conocieron, mismo lugar, mismas personas, pero diferentes fechas. Toda esa boda fue magnífica, es de los trabajos con los que me he sentido más cómodo al momento de realizarlo.

Asintiendo a sus palabras, Taehyung se mordió el labio pensando si recrearla. Parecía una buena idea, pero dudaba tener el momento preciso donde conoció a JiHye, debía de indagar primero entre sus curiosidades antes de pensarlo.—¿Tiene libre alrededor de las dos primeras semanas del siguiente mes libres?

Jungkook tuvo que toser tan pronto como escuchó la pregunta, recomponiendo su postura.—¿Del siguiente mes?

—Sí, el tema del fotógrafo era lo último que nos hacía falta por acordar antes de partir a Jeju, allá se realizará la ceremonia. No estoy seguro si venía en el correo, pero ¿Hay algún problema en que debas de trasladarte con nosotros? Correría por nuestra cuenta, al final y al cabo estamos pagando por todos tus servicios.

Contestando por inercia, negó.—Ya he tenido que trasladarme en ocasiones pasadas.

—Perfecto, si cerramos el trato hoy mismo entonces mañana temprano estaría mandándote el itinerario a seguir en las próximas semanas para comprobar que no interfiera con algún otro trabajo que tengas.

—Por supuesto, está bien para mí.—Cerrando el portafolio, lo dejó a un costado suyo.

—Entonces, ¿Aceptaría trabajar como el fotógrafo de mi boda, señor Jeon? Estoy impresionado con su trabajo, y varios de sus proyectos realizados fueron de mi agrado, tanto que quisiera poder plasmarlo para mi boda.

Jungkook se sintió levemente mareado por la presión que comenzaba a sentir, todo parecía pasar tan rápido que aún no lograba procesar la idea de lo que estaba por ocurrir si aceptaba. ¿Fotografiar la boda de su ex pareja de hace más de diez años? No debería de afectarle si fue algo de hace tanto tiempo, pero una cosa era pensar de esa manera y otra muy diferente era sentirlo.

Y maldecía por aún estar fascinado en la manera en que Taehyung logra verse después de tanto tiempo, con su cabello tintado de rubio que hacía resaltar sus delicadas facciones, la manera en que en su mano recargaba su mejilla y parecía centrado en lo que el pelimorado le mostraba con cada página, el brillo que sus ojos reflejaban cuando algo le agradaba o le parecía interesante. A esas alturas de la cena, la colonia que utilizaba para su encuentro ya se encontraba impregnada en sus prendas, de un olor cálido y embriagador que quería seguir teniéndolo a su lado por lo que restaban sus días. Pero cualquier emoción que sentía era aniquilada cuando el rubio hablaba y mencionaba su boda, a su prometido, y los escenarios que su cabeza montaba se desvanecían a viejos recuerdos y promesas que jamás se harían realidad.

Aventó la racionalidad por la ventana y se dejó hipnotizar por el mayor, su corazón apretándose contra su pecho como si no doliera ya lo suficiente.—Acepto fotografiar su boda, señor Kim.

Y esas palabras jamás habían dolido como alguna vez imaginó.

Cuando la cena llegó a su fin y el trato fue realizado, Taehyung se puso de pie para irse.—Gracias de nuevo, estoy ansiando poder ver su trabajo.—Dijo con sinceridad.

Jungkook asintió, sintiendo un nudo en la garganta mientras veía a Taehyung alejarse. No podía evitar preguntarse qué podría haber sido si las cosas hubieran sido diferentes entre ellos.

Con el corazón pesado, Jungkook salió del restaurante, preparándose para enfrentar los desafíos que la vida había preparado para él. Pero en lo más profundo de su corazón, sabía que el reencuentro con Taehyung había despertado emociones que pensaba haber enterrado hace mucho tiempo.

"—Porque será el día de nuestra boda."

Cuánto hubiera deseado poder haber dicho eso, planear aquella sesión solo para ellos y no para Taehyung con otra persona. Necesitaba un par de tragos, un buen hombro en donde desahogarse y escuchar nuevamente la mala decisión que había tomado, lo arrepentido que acabaría una vez que concluyera el trabajo y guardar nuevamente consigo los sentimientos que alguna vez tuvo que ocultar hace tiempo. 

Water Under The Bridge | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora