Water Under The Bridge | KV

Capítulo 20.

El salón de eventos estaba vacío y en penumbra, el lugar en el que, al día siguiente, Taehyung se casaría con Jihye. Cada arreglo floral, cada vela dispuesta a lo largo de la alfombra parecía observarlo en un silencio anticipado, recordándole la decisión que había tomado. Pero cuando escuchó el eco de pasos tras él, se giró, y ahí estaba Jungkook, observándolo desde la distancia con una intensidad que hizo que el aire pareciera congelarse entre ambos.

Jungkook avanzó despacio, sus ojos oscuros fijos en Taehyung. Su presencia llenaba la estancia como una sombra inevitable, algo de lo que Taehyung llevaba demasiado tiempo intentando huir. Cuando estuvieron frente a frente, a solo un par de pasos de distancia, Jungkook inhaló profundamente, como si respirara el mismo aire que Taehyung. No había palabras, solo la electricidad palpable que cargaba la habitación, un recuerdo de la conexión que compartieron y que nunca lograron romper.

Finalmente, Jungkook habló, con voz baja y llena de una vulnerabilidad que rara vez permitía ver.—¿Esto es realmente lo que quieres, Taehyung?—Su voz tembló ligeramente al decir su nombre, pero sus ojos permanecieron fijos, buscando una respuesta en el rostro del contrario.

Taehyung intentó mantener su postura firme, aunque sentía que su resolución se desmoronaba con cada segundo que pasaba en su cercanía.—Es lo que debería hacer.—Respondió, su propia voz sonando débil y menos convencida de lo que esperaba, pero a esas alturas sentía que no podía seguir mintiéndose a sí mismo, ya no podía más. 

Jungkook sonrió amargamente, dejando escapar una breve risa sin alegría.—Pero ¿Es lo que quieres? 

La pregunta lo atravesó como una flecha. Taehyung bajó la mirada, observando la sortija en su mano izquierda, esa pequeña banda de compromiso que ahora sentía como una cadena. El peso de la misma parecía aumentar con cada palabra de Jungkook, y por un instante deseó quitársela y olvidarse de todo. Pero el temor, la responsabilidad, todo lo que había planeado y prometido, lo frenaban.

Jungkook dio un paso más, acortando aún más la distancia entre ellos. Sus miradas se encontraron, y Taehyung sintió cómo sus muros internos comenzaban a caer. Jungkook alzó una mano hacia su rostro, pero se detuvo, como si necesitara su permiso, como si aún dudara de que podía reclamar ese espacio entre ellos.—Taehyung, no te estoy pidiendo que dejes de cumplir tus sueños.—Susurró, su voz cargada de una ternura inusual.—Solo quiero que seas feliz. Y si esta boda no te lo da... entonces ven conmigo. 

La declaración encendió algo en Taehyung. Sin pensar, levantó la vista, acercándose aún más, sus rostros apenas separados. Sintió su aliento y cerró los ojos, como si dejándose llevar por un impulso que había estado negando durante demasiado tiempo.

—Jungkook... sabes que esto es una locura.—Murmuró, con un suspiro entre la resignación y el deseo. Pero incluso cuando lo decía, su voz temblaba, insegura de sus propias palabras.

—Sí, lo sé. Pero ¿Qué es peor? ¿Una locura que te da felicidad o una vida que te deja vacío?—Jungkook dejó caer su mano con un suspiro, y Taehyung casi lo detuvo, deseando que volviera a tocarlo, como si sus dedos fueran la única certeza en todo ese caos.

Antes de que Taehyung pudiera dar una respuesta definitiva, Jungkook lo tomó por los hombros, atrayéndolo hacia él hasta que sus cuerpos casi se tocaban. El calor del contacto le hizo estremecer, y la forma en que Jungkook lo miraba, con una mezcla de ternura y dolor, hizo que olvidara dónde estaban, lo que significaba ese momento.

—Dime que no sientes nada.—Susurró el pelimorado, sus labios apenas rozando la piel de Taehyung mientras hablaba.—Mírame a los ojos y dime que no quieres que sea yo quien esté ahí contigo, al final del pasillo.